Fernando Alonso (Renault) celebró la fiesta nacional española haciendo sonar el himno en el podio del Monte Fuji, al lograr la victoria en el Gran Premio de Japón, segunda consecutiva que consigue el asturiano en la presente temporada.
El polaco Robert Kubica (BMW), segundo tras Alonso, se mete en la lucha por el título mundial, ya que el líder, el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), no puntuó al finalizar en duodécima posición, tras liarla en la primera curva, y el brasileño Felipe Massa (Ferrari) consiguió apenas dos puntos al ser séptimo, tras la sanción al francés Sébastien Bourdais (Toro Rosso), con el que se tocó al salir de garajes.
Fernando Alonso, que el sábado había puesto la primera piedra al conseguir el cuarto puesto en la formación de salida, consolidó su proyecto cuando logró salir indemne de la primera curva tras Kubica, que había ganado cinco puestos.
Los dos McLaren-Mercedes, el de Hamilton y el del finlandés Heikki Kovalainen, llegaban muy pasados a la primera curva, obligaban al finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) y a Massa a desviarse de su trayectoria por fuera de la pista para evitar la colisión y dejaban tras de sí el caos, cuyas primeras víctimas serían el británico David Coulthard (Red Bull), el japonés Kazuki Nakajima (Williams-Toyota) y el alemán Timo Glock (Toyota).
Por si fueran pocas las emociones, en la segunda vuelta se tocaban Massa y Hamilton, que daba un trompo y se tenía que incorporar a la carrera en última posición, y se detenía en boxes para realizar su primera parada. Ambos serían sancionados posteriormente con un paso por la calle de garajes, Massa por su toque con Hamilton y éste por liarla en la primera curva.
Mientras, en cabeza Kubica no lograba descolgar a Alonso y cuando el polaco se detuvo por primera vez a repostar su ventaja era de tan sólo 1.4 segundos. A partir de ese momento, el asturiano tiró como un poseso, marcó la vuelta rápida en carrera provisional y logró la ventaja suficiente como para, cuando se detuvo dos vueltas después, salir por delante del polaco.
A partir de ese momento, salvo incidentes, Alonso tenía la victoria en su mano, porque era el hombre más rápido en pista y su ventaja sobre Kubica y sobre Raikkonen, que había logrado remontar hasta la tercera posición tras el desaguisado de la primera curva, era de medio segundo por vuelta.
Cuando el ovetense se detuvo por segunda vez para repostar, volvió a salir a la pista con una ventaja suficiente como para no ser inquietado en las últimas y se aprovechó además del duelo que detrás suyo mantenían Kubica y Raikkonen por el segundo puesto, a los que se llegó a unir el brasileño Nelson Piquet (Renault), en su mejor carrera desde el inicio de temporada.
El único problema que tuvo Alonso en toda la carrera fue en la última vuelta, cuando Hamilton, duodécimo y sin ninguna posibilidad de ganar puestos, se situó a su espalda apurando las frenadas con la única y patética intención de recuperar la vuelta perdida. Alonso le dejó pasar y Hamilton voló hasta la línea meta para lograr la duodécima plaza que no le otorgaba ningún punto.
Alonso, vencedor afortunado hace quince días en Singapur, lograba una contundente y convincente victoria por delante de Kubica, que a doce puntos de Hamilton entra en la lucha por el Mundial, mientras el español se mantiene séptimo, si bien ya tiene en el punto de mira a Kovalainen y a Nick Heidfeld (BMW).
Piquet completaba el éxito de Renault con un meritorio cuarto puesto, por delante de Jarno Trulli. El francés Sébastien Bourdais (Toro Rosso) cruzaba la meta en sexta posición, pero fue sancionado por los comisarios deportivos por colisionar a la salida de garajes tras la segunda parada para repostar con Felipe Massa. Sebastian Vettel (Toro-Rosso) era tras la sanción de su compañero sexto y Felipe Massa lograba la séptima posición y dos puntos para el Mundial tras superar a Mark Webber (Red Bull).