Fernando Alonso (Renault) realizó una gran carrera en el Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial 2008, recompensada con un cuarto puesto, muy por encima del valor de su coche, mientras que el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) dominó con autoridad.
La carrera era un casi un calco de la de Canadá del año pasado, con tres intervenciones del coche de seguridad, que no beneficiaron en nada al español, pero en la últimas diez vueltas, era el décimo y último, recuperó seis posiciones con sus adelantamientos y las roturas ajenas.
Poco antes de que se liberara la carrera por última vez, iba a ganar tres posiciones, ya que el japonés Kazuki Nakajima (Williams-Toyota) se llevaba por delante al polaco Robert Kubica (BMW) en la penúltima curva, y el brasileño Rubens Barrichello, que al final de la carrera sería desclasificado por incorporarse a la pista con el semáforo rojo, era sancionado con una parada en boxes por repostar con los boxes cerrados.
Los dos siguientes adelantamientos serían en perjuicio de los finlandeses Kimi Raikkonen (Ferrari) y Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes), de cuya lucha se aprovechó Alonso para pasarles de una tacada.
La rotura del diferencial del francés Sébastien Bourdais (Toro Rosso) le haría auparse al cuarto puesto a tres vueltas del final, pero entonces le quedaba lo peor, mantenerse al abrigo de los ataques de Kovalainen y su muy superior McLaren-Mercedes.
En la penúltima vuelta, Kovalainen lograba pasar a Alonso, pero el finlandés en plena recta de meta, cuando se quitaba un protector de la visera del casco, tocaba el botón del limitador de velocidad para boxes, como Hamilton el pasado año en Brasil, y eso permitía a Fernando Alonso adelantarle en la última vuelta y mantener un cuarto puesto, tan merecido como inesperado.
Los McLaren-Mercedes demostraron una superioridad aplastante que permitió a Lewis Hamilton dominar la carrera a placer, con la suerte de que siempre se detenía antes de que el coche de seguridad saliera a la pista, algo que no le ocurrió a su compañero Kovalainen.
Hamilton, en una carrera en la que tan sólo terminaron rodando ocho coches, no cometió el más mínimo fallo y sumó la quinta victoria de su carrera deportiva. El británico vuelve al liderato del mundial, que había dejado en Brasil la pasada temporada cuando el título se lo arrebató Kimi Raikkonen.
BMW confirmó su potencial con el segundo puesto del alemán Nick Heidfeld y lo mismo se puede decir de su compatriota Nico Rosberg, que consiguió su primer podio para él mismo y para Williams-Toyota.
La carrera de los pilotos de Ferrari, Kimi Raikkonen y Felipe Massa, no pudo ser más nefasta. El brasileño protagonizó varias salidas de pista y accidentes, el último una colisión con el británico David Coulthard (RBR-Renault). Al final el motor le dejaba tirado en la pista.
En cuanto al finlandés, a mitad de carrera intentaba adelantar a Kovalainen y terminaba fuera de la pista, lo que le relegaba a la última posición. Tras una remontada y nueva salida de pista al intentar adelantar al Toyota del alemán Timo Glock, el motor, al igual que el de Massa, volvía a dejar parado el coche de Raikkonen junto en la calle de entrada a boxes, como en la sesión de clasificación.
En cuanto a Toyota, había mostrado al principio de la carrera su potencial y el italiano Jarno Trulli marchaba en quinta posición, pero un problema en la batería le impidió seguir en carrera cuando se detuvo por primera vez para repostar.
