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Alquiler y rehabilitación coparán el plan de vivienda más modesto de la Junta

La consejería detectó en 2010, en el ecuador del Plan Concertado, que los programas y objetivos no se estaban cumpliendo

el 15 sep 2012 / 18:39 h.

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La crisis ha disparado la opción del alquiler.

La consejería de Vivienda y Fomento tiene tres meses para dar carpetazo al Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012 y para consensuar con los agentes socioeconómicos un nuevo documento que sea "real, pese a la dureza de la situación". El que aún está en vigor "no ha sido útil ni se ha cumplido", admite la secretaria general de Vivienda, Amanda Meyer. De hecho, su departamento detectó en 2010, dos años antes de que expirara el plan, que éste ya no funcionaba. La falta de financiación de los bancos y los continuos recortes han hecho fracasar la política pública de acceso a la vivienda. Sindicatos y empresarios coinciden en que el Plan Concertado ha sido "una carta a los Reyes Magos".


Del futuro programa andaluz de la vivienda se sabe aún muy poco. La consejería que dirige Elena Cortés (IU) tiene previsto convocar en octubre la comisión de seguimiento del Plan Concertado para evaluar su cumplimiento real y sentar las bases del nuevo documento. Desde la patronal Fadeco, su secretario general, Emilio Corbacho, critica que nadie de este departamento haya recibido todavía a los empresarios. "Hemos mandado tres cartas a la consejera pidiéndole una reunión y nada", lamenta. UGT y CCOO también urgen una cita de todas las partes firmantes. "Queremos saber qué se ha construido realmente, qué promociones están a medio terminar y cuáles no se venden", reclama Roberto Marín, de UGT.


Para la Junta es difícil esbozar un nuevo plan sin saber el dinero que recibirá del Ministerio de Fomento, principal inversor. El plan estatal de la vivienda está bloqueado, a la espera también de los nuevos ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy. "Tener claro con qué fondos vamos a contar es imprescindible para diseñar los nuevos programas, que deben ser más sencillos que los actuales", asegura Meyer. La consejería no descarta tener que prorrogar el actual Plan Concertado a 2013, como se ha hecho con las infraestructuras andaluzas, pero intentará evitarlo. "No puede haber ayudas pintadas en el papel a las que la gente no pueda acceder", sostiene la secretaria general.


Sin cifras a la vista, la consejería sí tiene claro cuál será el nuevo criterio de la política de vivienda: deberá cuestionar el modelo actual y ayudar a los más débiles. El alquiler, también con opción a compra, y la rehabilitación serán los pilares del documento. Otra novedad es que abordará el problema de los desahucios y la ocupación de las viviendas vacías. La nueva construcción y las VPO en propiedad pasarán, por primera vez, a un segundo plano. Y es que las preferencias y posibilidades de los andaluces han cambiado sensiblemente con la crisis. De los 116.454 andaluces que se han apuntado en los registros municipales de demandantes para acceder a un piso protegido, el 71% ha pedido optar a un alquiler -la mayoría con opción a compra-, frente al 29% que quiere comprar, según datos de la consejería. Desde UGT, Marín reclama, por ejemplo, fomentar las VPO de régimen especial, las más baratas y destinadas a los que menos recursos tienen. Juan Pérez, de CCOO, señala que la Junta tiene que "comprometerse en el plan a dar una solución a los desahucios". Poner fin a este drama social es el mayor reto de la consejería, aunque las competencias legales dependen del Estado.

Cifras astronómicas La consejería que dirige IU reconoce ahora -no lo hacía el PSOE en la etapa anterior- que el Plan Concertado solo se cumplió en 2008 y 2009. En 2010 empezó su caída en picado. Fue un ambicioso documento diseñado en época de bonanza, 2007, cuando el único problema para garantizar el acceso a la vivienda era la escasez de suelo y su elevado precio. Las cifras de este plan suenan ahora inalcanzables. Se proyectó la construcción de 132.000 VPO, de las cuales solo se han iniciado menos de la mitad. Tampoco se ha cumplido ni de lejos la inversión. Se previó que el programa de vivienda y suelo costaría 12.000 millones. No hay cifras de ejecución, pero los bancos, que se comprometieron a aportar 9.550 millones, cerraron el grifo del crédito en cuanto estalló la crisis. Sin duda el próximo plan de vivienda será el más modesto de todos los que se han hecho en Andalucía.

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