La batalla en el seno del PP sube enteros y hasta su línea más dura, encarnada por Francisco Álvarez Cascos, resurge para criticar. El ex secretario general del PP culpó a Rajoy de rodearse de "afines" sacrificando a gente de peso. Y puso como ejemplo a Sáenz de Santamaría: "Los noviciados en la bancada, no en cargos de responsabilidad".
Aunque quedan todavía cerca de dos meses para el congreso en el que elegirán a su presidente y secretario general, los populares están a la gresca diaria. Cascos, que fuera vicepresidente durante el Gobierno de José María Aznar, criticó las decisiones de Rajoy en el Congreso, donde, a su juicio "se ha reunido con personas más afines sacrificando a personas de más peso y mejor preparadas". Y hasta sacó a la luz los temores de una ruptura en el PP, al echar la vista atrás: "La UCD se rompió por las baronías y no debemos olvidarlo nunca", dijo en una entrevista publicada en La Clave.
Para Cascos, Rajoy no ha empezado con buen pie la renovación deseable del partido y censuró el alejamiento de Manuel Pizarro, el fichaje estrella de Rajoy para temas económicos, o de Esteban González Pons, quien también sonó en las quinielas para el puesto de portavoz del Grupo Popular en el Congreso que finalmente recayó en Soraya Sáenz de Santamaría. Precisamente, las palabras más duras de Cascos se dirigieron a la nueva portavoz popular.
"Los méritos para dirigir su grupo parlamentario hay que justificarlos con pruebas que lucen en los Diarios de Sesiones. Los noviciados y los catecumenados se hacen en la bancada y no en los puestos de responsabilidad", criticó Cascos, que reiteró que la política "no es cuestión de oposiciones y de amistades", sino de "sentido común y de experiencia".
Además, siguió el camino adoptado por otros dirigentes del PP, que declinaron apoyar a Rajoy. Tanto es así que se limitó a decir que respaldará "al que elija la Junta Directiva Nacional", como mandan los Estatutos.
A la par, el planteamiento realizado el jueves por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en las que decía que Rajoy está más cerca de la socialdemocracia que ella, que siempre se definió como "liberal". ha suscitado posturas diferentes en el PP.
Mientras algunos creen que sí es necesario abrir el verdadero debate ideológico para movilizar el voto basado en los ideales y los sentimientos, otros creen que las palabras de la dirigente madrileña se debe a personalismos más que a un verdadero debate.
En este rifirrafe ideológico, en el que se enfrascaron el jueves Aguirre y el número tres del PP, Pío García Escudero, intentó mediar sin éxito el ex ministro Cristóbal Montoro, que aseguró que "socialdemócratas no conocía en el Partido Popular". En esta línea, precisó que el PP tiene resulta su definición ideológica "desde hace tiempo" y quiso dejar claro que no es una coalición de partidos, aunque en su seno haya "sensibilidades".
Pero ni Montoro zanjó el debate, que reabrió el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados. El dirigente popular instó a sus compañeros del Congreso y el Senado a "cumplir con su obligación" de "hacer oposición", en alusión al portavoz del Grupo Popular en el Senado, Pío García-Escudero, que pidió explicaciones a Aguirre por sus declaraciones.
Granados reiteró que Aguirre no tiene intención de presentarse a la presidencia del PP nacional, aunque sí consideró que le resultaría fácil conseguir los 600 compromisarios requeridos para una candidatura.
