La inuguración ayer de La vida en ningún lugar, muestra colectiva de creadores andaluces en el centro de arte Matadero de Madrid, no era una cita cualquiera. Su comisario, Juan Antonio Álvarez Reyes, comparecía ante la prensa por primera vez como flamante nuevo director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, puesto para el que, según confirmó, fue elegido por unanimidad entre las doce candidaturas presentadas.
Cauteloso en sus declaraciones, Álvarez Reyes pidió un poco de paciencia. “Aún no he tomado posesión del puesto, y creo que las líneas de trabajo que quiero plantear habrá que anunciarlas en Sevilla”, dijo. “Por supuesto que hay un proyecto, por él me han seleccionado. Pero ese proyecto ahora tiene que ser contrastado con l realidad y explicado a los políticos, con los que aún no me he reunido”, agregó.
A pesar de estas naturales prevenciones, el nuevo director del CAAC sí aseguró que “habrá una continuidad lógica” respecto a la gestión de su predecesor, José Lebrero. “Como todo el mundo puede imaginar, hasta después de verano mantendremos la programación que ya estaba planteada, de modo que empezaré a programar a finales de año”.
También se atrevió a subrayar la que será su prioridad desde el primer día. “El espectador va a ser uno de mis objetivos primordiales. Lo que busco es una continuidad y un evolución, porque así es también el arte. Respeto mucho el trabajo del anterior director, pero con mi impronta y la del equipo que me rodee creo que podemos provocar una transformación positiva”, aseveró.
Esa transformación se traducirá principalmente, según prosiguió Álvarez Reyes, en la necesidad de suscitar un cambio de actitud en el público. “En el arte contemporáneo, por lo general, se no pide que seamos simples espectadores, es decir, que tengamos una postura pasiva ante la obra. Yo quiero que el espectador se vuelva usuario, que adquiera un papel activo y construya él mismo el CAAC”, aseguró.
La tarea, sospecha el nuevo director, no será sencilla. “Lo primero va a ser, en este sentido, investigar el centro. No tengo una varita mágica, pero sí varias ideas. Musil decía que a las ciudades, como a las personas, se las conoce al caminar. Pues bien, caminemos”.
Yendo más lejos, afirmó que “me gustaría que el CAAC acabara siendo un gran centro de producción y distribución, y que la presencia de lo local sea muy importante. Un espacio de estas características tiene que servir, primeramente, a la comunidad donde se asienta”.
Preguntado por último acerca de su opinión sobre las bienales, y en concreto de la de Sevilla, Álvarez Reyes eludió comprometerse demasiado: “Tendré que verlo todo, pero hay que tener n cuenta que la Biacs es un proyecto privado, aunque cuente con el apoyo de la Consejería de Cultura y el CAAC sea una de sus sedes”.
“Dicen que el modelo de bienales está en crisis, pero ¿qué no lo está en el arte? El modelo expositivo, el modelo de la crítica... Una bienl no es más que una exposición grande que ocurre cada dos años. Personalmente, las que más me gustan son las que se implican con el contexto. Estambul, por ejemplo, me interesa bastante, entre otras cosas porque es un ciudad casi tan interesante como Sevilla”, concluyó.
