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Amagan con cancelar el comedor y el aula matinal de los colegios

Las empresas que suministran estos servicios a las tres cuartas partes de los centros de Sevilla amenazan a la Junta con paralizar su actividad si no cobran los atrasos.

el 09 ago 2012 / 20:25 h.

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Cuando en septiembre los padres lleguen a las 7.30 de la mañana para dejar a sus hijos en el aula matinal de su colegio se encontrarán con la sorpresa de que no habrá monitores que atiendan a los menores hasta que no se inicien las clases, a las 9. Es lo que ocurrirá si las empresas Aula de Ocio, UTE Híspalis Educativa, Aulas Extraescolares Andaluzas y así hasta una decena de las encargadas de gestionar las actividades extraescolares, el aula matinal o el comedor de 66 colegios de Sevilla capital cumplen con su amenaza de suspender el contrato de forma unilateral como protesta por los impagos de la Junta. Solo 20 centros, atendidos por otras empresas que no tiene previsto sumarse a la movilización,  mantendrían estos servicios.

Las empresas anunciaron ayer que hoy comunicarán oficialmente a la Junta que suspenderán a partir de septiembre sus servicios “como medida de presión”, porque la administración acumula con ellos una deuda de más de 16 millones de euros desde enero. Aunque los padres cumplen “religiosamente con los pagos”, la Junta no lo hace con las bonificaciones de las plazas de los niños, asegura uno de los socios de Aula de Ocio, Andrés Mateo. Los padres pagan por niño 15,40 euros al mes, que en la gran mayoría de los casos la Junta bonifica al 50%, según los ingresos de los padres. Solo con esta empresa, el Ejecutivo adeuda 90.000 en aula matinal y más de 180.000 en actividades extraescolares.

Los impagos a la unión temporal de empresas Híspalis Educativa alcanzan los 81.000 euros, desde febrero. Esta empresa oferta los servicios a 21 colegios de la capital. Según el gerente de esta UTE, Manuel Díaz, esta medida  “perjudicará a muchas familias que, encima de pagar los servicios, no van a poder dejar a sus hijos en el aula matinal o el comedor”.  

Para Díaz, esta suspensión de los contratos es una medida in extremis que no les gustaría tomar pero que se ha hecho necesaria al no cobrar las facturas de seis meses y al “peligrar” los 53 empleos de sus monitores, que de momento están dados de baja.

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