Cultura

Amar a través del estómago

Antonio de la Torre protagoniza la nueva película de ManuelMartín Cuenca, ‘Caníbal’, una historia de amor ambientada en Granada

el 09 oct 2013 / 23:39 h.

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Se dice que al hombre se le conquista por el estómago, pero no hasta el punto que plantea Caníbal, la nueva película del almeriense Manuel Martín Cuenca, que se estrenará mañana viernes, pero que ayer fue presentada a la prensa en Sevilla en los cines Alameda, con la presencia de sus protagonistas. Esta cinta, que se inspira en la novela homónima del escritor cubano Humberto Arenal, se desarrolla en la Granada contemporánea, donde Carlos (Antonio de la Torre), un reputado sastre que trabaja para las principales cofradías de la ciudad –el mundo cofrade ambienta también numerosos momentos del filme– lleva una doble vida. Aparentemente es un taciturno profesional, cuyo día a día se limita sólo al trabajo. Pero no todo es la sastrería para este siniestro personaje, que consigue sin embargo arrancar la empatía del espectador. Carlos posee un lado aún más oscuro: sólo es capaz de expresar su deseo hacia las mujeres a través del canibalismo. La aparición de dos hermanas rumanas en la vida del protagonista –ambas interpretadas por la actriz de aquel país Olimpia Melinte– dará un giro a su forma de sentir, llevándole a plantearse la posibilidad de amar sin ingerir a nadie. canibal-sevillaPara Manuel Martín Cuenca, que con ésta suma ya cuatro largometrajes, el valor de Caníbal estriba en que demuestra cómo “un thriller, una historia criminal, acaba convirtiéndose en una historia de amor”.“El canibalismo es un tema tabú”, a juicio del director, que quería abordar“el reto de construir una historia de amor con un personaje que encarnara el mal”. El cineasta aseguró que desde un principio pensó en rodar esta “fábula contemporánea sobre el mal” enGranada, a pesar de que la novela transcurre enCuba. “Es una ciudad donde he vivido, que apenas ha sido utilizada en el cine para retratar historias contemporáneas”. El director viajó hasta Rumanía para buscar a la actriz que encarnara a las dos hermanas que cambian la vida de Carlos. Tras realizar un casting descubrió a Olimpia Melinte, que durante dos semanas interpretó a Alexandra, masajista rubia que se muda al edificio del caníbal y que desaparece –pueden adivinar por qué–, y luego otras dos encarnando a Nina, que llega aGranada buscando a su hermana, de la que no tiene noticias. Entre ambos papeles pasaron otras dos semanas en las que tuvo que engordar para caracterizarse.“Me ha encantado la experiencia y me gustaría seguir trabajando en España. De momento no ha salido ninguna oferta, pero espero que a partir del estreno salgan”, aseguró la actriz, que dijo estar emocionada ante el estreno de la cinta en su país el 6 de junio, en el marco de un importante festival internacional. Antonio de la Torre, por su parte, explicó que quiso preparar a su personaje “sin entrar en códigos morales”, acercándose a él desde dos ángulos. Por una parte, sintiéndose seguro como sastre, para lo que estuvo dos meses en Madrid aprendiendo el oficio de uno de las más importantes sastrerías de la capital. Y en cuanto a su faceta como caníbal,De la Torre explicó que para Carlos, “ésta es su forma de expresar su deseo, matando y luego comiendo”. “Entendí la incapacidad de ese personaje para empatizar con los demás, una incapacidad en la que sólo Nina logra abrir una ventana, cuando lo ve a él como a una víctima”. Para el actor, este personaje ha supuesto una gran dificultad. “Nunca he tenido tanto peso en todos los planos, nunca he interpretado a un caníbal y, además, soy una persona muy pasional, que me apoyo mucho en la palabra, algo que no podía hacer aquí”, ya que el personaje no es de largos diálogos. “Asumíamos mucho riesgo al contar la historia desde el punto de vista del asesino, ya que si este papel no era creíble, se caía toda la película. Ha sido todo un reto”, concluyó el actor. Por último, el quiso mandar un recado al ministro de Hacienda, Critóbal Montoro, por sus declaraciones en las que apuntaba que el problema del cine español es la falta de calidad. Sin citarle, dijo que “para hacer cine en Europa necesitamos instituciones como Canal Sur o la Junta, que apoyen. “Es hermoso de tener una televisión pública y un gobierno que representa a todo el mundo y se preocupa de resolver los problemas del conjunto”. La película tiene un presupuesto de 2,4 millones. El Ministerio de Cultura apoya con una subvención de 395.000 euros, mientras que la Junta aporta 250.000 euros.

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