La flota de arrastre de Andalucía permanece amarrada en el puerto en protesta por la subida de los carburantes, mientras que sólo faenan las de la chirla y la de cerco ambas en Huelva.
En declaraciones a EFE, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Isla Cristina (Huelva) y vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradía de Pescadores, Mariano García, ha explicado que en la provincias son unas 140 embarcaciones de arrastre -de los puertos de Isla Cristina, Lepe, Punta del Moral y Punta Umbría- los que están secundado esta parada desde la semana pasada.
Sin embargo, ha indicado que pese a que los barcos de modalidades como el cerco y la chirla sí que pararon su actividad algunos días de la semana pasada, parte de ellos se han decidido por salir a la mar en la jornada de hoy.
García ha dicho que la subida del precio del gasóleo "afecta principalmente a las embarcaciones de mayor capacidad" que a su vez son las que llevan hasta los puertos mayor cantidad de producto, por lo que este paro, de continuar por más tiempo, podría suponer una merma en el abastecimiento de las lonjas.
El cien por cien de los barcos de arrastre de la provincia de Almería, un total de 74, permanecen amarrados a puerto en un paro adelantado en lugares como Garrucha al pasado miércoles y por el que está previsto que el género empiece a escasear a partir de mañana.
El gerente de la Asociación de Provincial de Empresarios de la Pesca, José María Gallart, ha informado a Efe de que la medida de protesta emprendida frente a la subida del precio del gasóleo no cesará hasta que el Gobierno implemente medidas para poner fin al conflicto.
Así, desde el pasado viernes permanecen amarrados a puerto 46 barcos de arrastre de Almería capital y otros cuatro de Adra.
Antonio Ares, presidente de los armadores de la Cofradía de El Puerto de Santa María (Cádiz), ha dicho a Efe que su cofradía ha sido la primera en iniciar los paros la pasada semana, y la más reivindicativa, el "cien por cien" de los barcos de arrastre "desde Isla Cristina hasta Barbate" que están amarrados a puerto.
Ares ha subrayado que el problema es "bastante gordo" porque el 70 u 80 por ciento del presupuesto se destina a combustible "quedando los marineros con cantidades míseras".
"De hecho, los marineros portuenses han decidido firmar un convenio y cobrar el paro hasta que no se solucione el problema, porque no les merece la pena seguir trabajando en estas condiciones", ha recalcado.
Además, ha asegurado que están "desconsolados" después de que no les recibiera nadie del Gobierno tras la manifestación estatal que convocaron el pasado viernes en Madrid a la que acudieron cientos de pescadores y armadores de la costa gaditana, por lo que han decidido no salir a faenar "hasta que haya una solución".
El presidente de los armadores portuenses ha pedido además a la cofradía de Barbate "que se solidarice con estas reivindicaciones porque ellos tienen el mismo problema con el precio del gasóleo y las traíñas sí están saliendo a la mar".
Desde el puerto de Barbate, los aproximadamente 50 barcos de cerco y artes menores sí salieron ayer a faenar, aunque algunos permanecen hoy en puerto, según han informado a Efe fuentes de esta cofradía.
El consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, ha instado al sector pesquero a ser corresponsable en estos momentos de dificultad derivados de la subida del precio de los combustibles, por lo que le ha demandado que aplique mecanismos para mejorar la comercialización.
En declaraciones a los periodistas tras un encuentro celebrado con la directiva de Cajamar, Soler ha reiterado que el Gobierno andaluz "es consciente" de que la situación está perjudicando a la pesca, a la ganadería, a la agricultura y al sector del transporte en carretera.
Para esta tarde, en torno a las 17:00 horas, representantes del sector onubense, junto con otros de la provincia de Cádiz, se reunirán en Lepe (Huelva) para analizar la situación y determinar si se adopta algún tipo de medida de presión complementaria al amarre de la flota.
Los pescadores solicitan al Gobierno la creación de un gasóleo profesional que se venda a no más de 0,40 euros el litro para poder devolver la rentabilidad a la actividad pesquera.
