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Amenaza a sus vecinos y siembra el pánico en Los Príncipes

La Policía tuvo que forzar la puerta de su vivienda, donde se había atrincherado.

el 02 feb 2010 / 21:07 h.

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La calle comenzó a retomar la normalidad a primera hora de la tarde.

La Policía Nacional detuvo ayer a M.R.M., un vecino de la barriada de Los Príncipes que permaneció más de cuatro horas atrincherado en su piso de la calle Camino de Cantalobos. Los agentes tuvieron que forzar la puerta de su vivienda para sacar al hombre, que estaba reclamado por un juzgado por una causa anterior y, al parecer, amenazó a los vecinos.

La confusión se apoderó de todo el barrio y por la tarde eran muchas las versiones que circulaban. M.R.M., que sufre trastornos mentales, habría amenazado ayer por la mañana con una navaja a su vecina de al lado, por lo que dieron aviso a la Policía. Eran las doce del mediodía cuando los agentes se personaron en el lugar de los hechos, el bloque número 13 de la calle, pero no fue hasta las 14.40 horas cuando lo detuvieron para trasladarlo a dependencias policiales y tomarle declaración, según la Policía.

Los inquilinos del bloque no fueron desalojados pero los que estaban fuera no pudieron acceder a su interior hasta que los agentes se llevaron al detenido, que en este tiempo se negó a salir de su vivienda y, según algunos vecinos, amenazó con hacer explosionar una bombona.

Conmoción. No era la primera vez que daba un susto a sus vecinos, según explicaron vecinos, que llevan 28 años viviendo en el bloque. Según dijo, son frecuentes las disputas por "el ruido que hace a las dos o tres de la madrugada" y la mayoría "evita el contacto con él". Ahora, dijo, "tenemos más miedo que antes por si vuelve y toma represalias". Por eso, añadió, "vamos a reunirnos para ver qué medidas tomamos".

M.R.M. lleva viviendo en el barrio "toda la vida" y los vecinos no daban crédito a lo sucedido. Lo explicaba ayer Ramón Campillo, propietario del quiosco ubicado frente al bloque de viviendas: "Venía todos los días a comprar y siempre ha sido muy correcto".

Decenas de vecinos y curiosos se acercaron hasta los alrededores del edificio, donde se encontraban varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía que intentaron durante varias horas y sin éxito que el ahora detenido accediera a salir de su domicilio por voluntad propia.

El detenido, de unos 50 años de edad, tenía una orden de alejamiento de su ex pareja, que vive justo en el bloque contiguo y que ayer explicó que él ha hecho todo esto "porque sabe que está enfermo y quiere que lo internen". La mujer, que prefirió mantenerse en el anonimato, aseguró que pidió la orden de alejamiento "por miedo" aunque "sólo es una buena persona que padece una grave enfermedad mental", por lo que reclamó "una solución".

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