Las relaciones comerciales de Andalucía y Venezuela no son precisamente equilibradas. Tal es el desajuste entre ambos, que Andalucía importa del país andino catorce veces más de lo que éste compra en la región. Y todo ello en un contexto de incertidumbre marcado por los vaivenes de su presidente.
La amenaza del presidente venezolano, Hugo Chávez, de congelar las relaciones comerciales con España a raíz del ya manido ¿Por qué no te callas? que le espetó el Rey Juan Carlos I en la pasada cumbre iberoamericana sobrevuela las relaciones comerciales entre ambos lados del Atlántico.
A falta de saber a qué se refiere exactamente el mandatario andino y cómo afectará a las empresas nacionales, lo cierto es que sería España la que saldría claramente más perjudicada con este enfriamiento, sobre todo, por la estratégica posición de Venezuela en el mercado energético, ocupando una de las diez primeras plazas mundiales en la producción de oro negro.
De hecho, entre enero y septiembre de este año (últimos datos disponibles sobre comercio exterior que maneja el Ministerio de Industria y Comercio), España importó bienes y productos por valor de 1.320 millones de euros, de los que más de 1.000 millones se destinó al petróleo. Una cifra que contrasta con el desembolso de Venezuela, que alcanzó los 410 millones, tres veces menos, en los primeros nueve meses del año.
Más cerca, en el caso de Andalucía, el desequilibrio es bastante mayor. Y es que por cada euro que el país latinoamericano gasta en la comunidad andaluza, ésta se deja 14 en productos importados desde allí.
Así, Andalucía exportó a Venezuela hasta septiembre bienes por valor de 26,86 millones, sobre todo, aceite (4 millones) y otros productos alimenticios (que, suman el 34,7% del total); hierro y acero (5,3 millones) y productos químicos (el 26,7%); bienes de equipo (esto es, maquinaria industrial por 7,1 millones o el 26,5%) y materias primas (1,82 millones, que equivale al 6,7% del cómputo global).
Andalucía, por contra, lleva gastado en lo que va de año casi 372 millones de euros, catorce veces más. La clave está en la compra de petróleo venezolano, que concentra casi el 88% de las importaciones. A gran distancia, se sitúan las semimanufacturas (hierro y acero y metales no ferrosos), con un 11,4%, mientras que las bebidas suponen el 0,6%, según los datos recopilados por el Ministerio.
Rondan el medio centenar las empresas andaluzas que mantienen vínculos comerciales con Venezuela, según la información facilitada por Extenda (agencia andaluza de promoción exterior), en su mayoría del sector agro, maquinaria industrial y químicas y de cosmética.
Si acotamos todavía más el escenario a un ámbito local, el de Sevilla, la Cámara de Comercio sevillana detalla que las cifras tienen un carácter residual, ya que entre enero y agosto las exportaciones alcanzaron los 4,5 millones de euros y las importaciones los 1,2.
Pero ¿qué es lo que le interesa comprar a Sevilla en Venezuela? Sobre todo aluminio y sus manufacturas (85,7%), seguido de pescado y crustáceos (6,1%), café y té (5,5%), así como frutas y frutos comestibles (1,1%). La institución cameral pone igualmente de manifiesto que el país andino se decanta por los aceites y grasas locales (38,6%), frutas y hortalizas (23,2%), maquinaria mecánica y calderas (22,1%), máquinas y material eléctrico (5,1%) y aparatos de precisión (2,7%), en su mayoría.
Más interesante que los datos del intercambio comercial con Venezuela, resulta aún más si cabe, comprobar la tendencia que sigue. Así, mientras las importaciones de Venezuela experimentaron un aumento del 8% al comparar los nueve primeros meses de 2007 con los de 2006, las exportaciones a la tierra de Hugo Chávez se comportaron de manera bien distinta, al retroceder más de un 18% en el mismo periodo analizado.
