El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el martes el Decreto de Fomento de las Energías Renovables y la Eficiencia Energética , que prevé un ahorro de alrededor de 400.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) en siete años a través de distintas medidas, entre las que se incluye la creación de una certificación energética obligatoria para la construcción y la industria en determinados casos.
Como avanzó el consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, el decreto fija objetivos concretos y plazos para la implantación de sistemas constructivos eficientes y el uso de energías renovables en edificios e instalaciones industriales; la utilización de biocarburantes en el transporte, y el aprovechamiento del biogás.
La consecución de estos objetivos se acreditará a través de la nueva figura del Certificado Energético Andaluz, que será "imprescindible" tanto para el otorgamiento de autorizaciones y licencias como para la puesta en servicio de las instalaciones y el suministro energético.
"Frente al certificado informativo que exige la normativa estatal, el autonómico tendrá carácter obligatorio previo a la construcción, primera ocupación o puesta en funcionamiento de edificios e instalaciones, además de proporcionar a la ciudadanía información adecuada sobre el consumo energético y la calidad en la edificación", explicó el consejero. Estos certificados tendrán una validez de diez años. Para asegurar el mantenimiento en el tiempo de los niveles de eficiencia y ahorro, el decreto regula la figura de los planes de gestión, que deberán desarrollarse en edificios de gran consumo.
