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"Andalucía ha aprendido la lección sobre el ladrillo"

La embajadora de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está convencida de que sólo lo ambientalmente sostenible nos sacará de la crisis. "Es la única salida y la más justa", defiende.

el 25 abr 2010 / 20:21 h.

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La ex ministra de Medio Ambiente en el Hospital de los Veenrables.
La ex ministra de Medio Ambiente en el Hospital de los Veenrables.

-La ley de economía sostenible que estrena Andalucía se pregona como la solución de la crisis. ¿No peca el Gobierno central de optimista?

-Ha creado un instrumento esencial en esta coyuntura, con el mismo enfoque que todos los grandes países. Tenemos que aprender a hacer más con menos, necesariamente, hay que reducir el consumo de materiales y energía, aumentando a la vez el bienestar de los ciudadanos, sin renunciar al progreso y avanzando hacia un modelo con menos despilfarro y contaminación.

-Eso es lo más justo con el entorno pero, ¿salva la economía?

-Supone grandes ventajas desde el punto de vista económico. Por ejemplo, España es un país que depende mucho de la importación de petróleo. Debemos ser capaces de ser cada vez más autosuficientes, de consumir menos energía para obtener los mismos o mejores resultados, de usar tecnologías limpias... Eso nos abre una ventana de oportunidad impresionante de cara al futuro. Es ahí donde se van a crear empleos, aquí y en todo el mundo.

-¿Y en qué posición arranca Andalucía en esa carrera?

-Tiene una gran ventaja, fue la primera comunidad con una estrategia de lucha contra el cambio climático, un documento muy completo, con una gran visión de futuro. Aquí ya hay mucha experiencia acumulada, se están haciendo las cosas bien por ejemplo en el apoyo a las energías renovables, con experiencias exitosas fuera de nuestras fronteras. Andalucía puede mirar al futuro con esperanza fundada, no porque queramos que las cosas sean así sino porque pueden ser así.

-¿Se está comprometiendo el empresariado en ese cambio?

-Quedan lagunas, pero en general han visto que es un camino obligado, rentable y justo.

-¿Incluso en el ladrillo?

-Se le está ofreciendo una línea muy necesaria que es no tanta obra nueva sino rehabilitación. Andalucía y España tienen que rehabilitar, adaptar, recuperar partes enteras de las ciudades para que sean más habitables y eficientes. Eso significa obra, construcción, desarrollar mejores capacidades en sectores asociados. Y está el potencial de la obra pública. Son las mismas empresas que pueden tener ahora una cartera de vivienda menor que en el pasado, pero ir orientándose hacia otras parcelas. El Pacto de Zurbano incluye incentivos fiscales para ello y el Gobierno abre oportunidades con su inyección en infraestructuras. Hace falta un desarrollo más razonable y sensato, porque se ha puesto de manifiesto hasta qué punto el sector actuaba con una visión a corto plazo.

-Precisamente es de "cortoplacista" de lo que la oposición tacha las medidas del Gobierno...

-La ley toca muchas materias, no sólo la sostenibilidad ambiental, trasciende a muchos ámbitos de decisión pública y privada, hay nuevas normas de gobernabilidad, se busca una administración mucho más eficiente, como la que quiere diseñar Griñán en Andalucía. Y se necesita del compromiso de todos los niveles del Estado, también las comunidades y los ayuntamientos, esa es una responsabilidad común donde no cabe la crítica fácil sin esfuerzo.

-Dice Felipe González que si no se acomete un cambio de raíz hay riesgo de repetir la crisis.

-Tiene razón. No depende sólo de España. En el G20 se está avanzando para tener una regulación financiera mucho más prudente, con más calidad de supervisión de los mercados y el sistema bancario. Es fundamental para evitar nuevas crisis, hay que aprender las lecciones tras demasiada dependencia del sector inmobiliario. La gran lección de la crisis es diversifiquemos mucho más, avancemos hacia una economía del conocimiento, de innovación tecnológica. La otra gran lección es la de regular a nivel internacional mucho mejor el ámbito financiero. Antes se dejaba que los mercados fueran regulándose en función de las libertades, y ese exceso de libertad ha llevado a una crisis gravísima, cuyas consecuencias vamos a seguir pagando no sólo en desempleo, sino en grandes restricciones de la acción pública para recuperar cuentas saneadas. Hemos tenido una actitud excesivamente relajada, todavía no se han tomado suficientes medidas.

-¿España está en el camino?

-Sí, pero hay que hacer mucho más. Podemos ser parte de la solución porque tenemos una regulación bancaria más exigente que en otros países y eso nos protege de la devastación de la crisis.

-Se vendía la cumbre de Copenhague sobre cambio climático como el primer paso en la nueva concepción de la economía, pero fue un fracaso...

-Ha sido por supuesto insuficiente, pero ahora mismo hay una implicación que antes no existía, por ejemplo, por parte de EEUU y China, que suman el 40% de las emisiones a la atmósfera. Han surgido nuevas dinámicas que, si se consolidan, van en la dirección correcta: la eficiencia energética, los compromisos de ayuda a países en desarrollo, los nuevos modelos para Asia o África después de que hayamos aprendido lo que hicimos mal en los países desarrollados...

-Es el contexto de la economía sostenible y de la igualdad que ahora propugna la Junta. ¿Tiene visos de prosperar?

-Sí. Andalucía ha tomado nota del problema de falta de suficiente credibilidad por parte de los ciudadanos ante una situación tan grave como la crisis económica. Esa brecha se está superando con instrumentos que permiten dar confianza desde el realismo, ha aprendido la lección del ladrillo, con una mayor innovación tecnológica hecha aquí, con una mayor conexión entre universidad y empresa, fomentando los centros tecnológicos... Sigo muy de cerca lo que aquí se hace y me gusta lo que veo.

-¿También le gusta el presidente Griñán?

-Le tengo mucho afecto, los dos fuimos viceconsejeros en Andalucía [ella de Economía y él de Trabajo] a principios de los 80. He seguido su trayectoria con mucho respeto y admiración y creo que es un magnífico presidente de la Junta y que tiene un gran equipo para sacar a Andalucía de la crisis en las mejores condiciones.

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