J.R.
La economía andaluza creció en el conjunto de 2008 un 1%, dos décimas menos que el promedio de España y frente al 3,6% de un año antes. Sin embargo, y a diferencia del país, la comunidad no entró en recesión, aunque lo hará en el primer trimestre de 2009. La convergencia se complica.
En efecto, de los datos aportados el miércoles por el Instituto Andaluz de Estadística (IEA) se extrae que el PIB (Producto Interior Bruto) regional fue deteriorándose conforme avanzaba el año, pues aumentó un 2,8% en el primer trimestre, un 1,8% en el segundo y un 0,5% en el tercero, mientras que cayó un 1,1% en el último. En cambio, el español acumuló dos trimestres consecutivos de retroceso, de ahí que la economía nacional acabara el año en recesión.
En Andalucía la construcción fue en 2008 el sector que peor se comportó, al retroceder un 4,7%, siendo del 3,3% el revés para la industria. En cambio, el año pasado hubo crecimiento del 1,1% en los servicios y del 0,8% en la agricultura, según el IEA.
La inversión (formación bruta de capital fijo) descendió un 4,9% -lo que revela el deterioro en la actividad de las empresas- y un 0,4%, la demanda interna regional. El consumo global se incrementó, el 1,1%, gracias al tirón del gasto de las administraciones públicas (del 5,5%), al hacerse efectivos los planes anticrisis de los distintos Gobiernos (nacional, autonómico y locales). Mientras, el de los hogares andaluces disminuyó un 0,1%, y aquí aflora el aumento del desempleo y el ahogo financiero de las familias.
