El PSOE andaluz expresó ayer su desconfianza porque el Gobierno de Zapatero "sólo esté negociando con Cataluña" la financiación y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, avisó por vez primera de que Andalucía baraja un no al modelo si ganan los catalanes.
Los socialistas andaluces no están tan tranquilos como hasta ahora han querido aparentar. La cuenta atrás para cerrar la financiación se aproxima. Zapatero ha puesto de tope el 15 de julio para firmar un acuerdo y la dirección del PSOE-A, según fuentes de la cúpula de este partido, comienzan a desconfiar de que el Gobierno de la nación no esté virando y descompensando el tablero a favor de los intereses de Cataluña. Por eso a partir de ahora están dispuestos a tensar la cuerda como consideran que vienen haciendo el PSC, según la ejecutiva regional.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, pidió ayer al terminar la entrevista en Los Desayunos de TVE abundar en sus declaraciones sobre la negociación de la financiación autonómica. Tenía que decir más de lo que había contado durante la emisión del programa. Griñán aprovechó la repregunta para lanzar un mensaje, con un tono muy diferente -mucho más desafiante- al que empleó el pasado miércoles cuando terminó su entrevista con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa. "Si para corregir los desequilibrios que ahora mismo hay en el sistema se van a generar nuevas desigualdades, Andalucía va a decir que no", aseguró ayer el presidente andaluz. Es la primera vez que Griñán apuntó tan directamente la posibilidad de vetar el futuro sistema. Hace días pocos días eludió un tono belicoso o se cuidó de mostrar recelos de la negociación. "Hasta los sudokus más difíciles se pueden resolver", dijo tras dos horas sentado en el despacho de Zapatero. O "no va a existir cerrazón en Andalucía cuando toque firmar", "hay disposición a entender otras posiciones", agregó entonces.
La población "con elementos correctores" tiene que ser, repitió ayer el dirigente andaluz tal y como lleva meses defendiendo, el factor clave que determine el reparto de los recursos del Estado entre las comunidades. Ésa siempre ha sido la línea roja para Andalucía. "Si no, no estaremos ahí", aseguró en TVE de nuevo.
El presidente de la Junta negó que quepa un reparto de los recursos atendiendo a los criterios fiscales. Esa es la gran demanda de Cataluña: recibir según lo que aporta en recaudación tributaria. Andalucía avisa: el esfuerzo fiscal no depende de lo que se recaude, sino de la riqueza de cada territorio. Pagan los mismos impuestos andaluces que catalanes. Si allí se recauda más es porque su nivel de renta es mayor, avisan.
Desde la dirección del PSOE andaluz advierten: "Si se está configurando un modelo hablando de criterios fiscales y de población, diremos que no", redundan. Les preocupa que "sólo se está hablando con Cataluña y Andalucía todavía no tiene papeles". Lo que confirmó la Consejería de Economía, que no obstante aseguró que sí mantiene abiertos los canales de comunicación con el Ministerio. Fuentes socialistas expresaron su "temor" a que la ministra de Economía, Elena Salgado, esté modificando el documento de bases que presentó su antecesor, Pedro Solbes, y donde se respetaba la población como criterio clave.
La Junta aún no se ha entrevistado con el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, quien ayer visitó Ceuta. "Quien quiera podrá descolgarse, como ya ha sucedido en otras ocasiones, pero no vetarlo", dijo Chaves, quien aseguró que la mayor dificultad de llegar a un acuerdo con todas las regiones no están siendo las conversaciones con Cataluña o Andalucía sino "la necesidad de encajar en una sola propuesta y en un solo sistema, que es lo que habrá, los intereses y las necesidades de todas las partes". La Junta espera ahora turno para la entrevista con el ex presidente.
