La cuesta para superar el umbral de la pobreza se hace cada vez más empinada en Andalucía. Casi medio millón de andaluces se encuentra esta situación, que no ha mejorado en los últimos años, según un informe elaborado por la Asociación Pro Derechos Humanos.
Esta investigación advierte de que las conquistas de las políticas sociales están siendo desbaratadas por la crisis y que pasan los años sin avances para los más desfavorecidos. El Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA) asegura que en 2002 había 431.715 personas excluidas socialmente. La cifra en 2008 no disminuye sino que crece levemente, según el Centro de Estudios Andaluces (CEA), que eleva este número a 437.275 ciudadanos, un 5,48% de la población.
La respuesta a este panorama tan desolador para un importante sector de la población se encuentra en los altos índices de desempleo en Andalucía. Con una renta media por hogar de 20.268 euros y por persona de 6.859 euros, según la encuesta elaborada por el INE en 2006, esta comunidad se encuentra, por detrás de Extremadura, a la cabeza del país en los salarios más bajos.
"El paro y la precariedad laboral son las puertas de entrada a la situación de exclusión", señaló Luisa Cortés, secretaria de la delegación de la Bahía de Cádiz de APDH-A.
Por debajo de 300 euros. Si se tiene en cuenta estos factores no sorprende que Cádiz lidere los índices de pobreza que afecta a 110.898 de sus habitantes, con sueldos que están por debajo de los 300 euros. Según revela el INEM, un total de 35.546 gaditanos perdieron su empleo este año, lo que supone haber sumado unos 3.000 nuevos parados al mes. De esta forma, una de cada cuatro personas pobres en la comunidad reside en esta provincia, donde una de cada diez se encuentra en esta situación. Al mismo tiempo, Cádiz lidera el ranking de economía sumergida que supone la supervivencia para una buena parte de la población sin que conste en los documentos oficiales.
Las medidas que las administraciones han puesto en marcha no son eficaces, según Pro derechos Humanos. "Los sucesivos planes de empleo desarrollados en la zona no han conseguido resultados suficientemente reparadores. La crisis ha venido a desbaratar los muy modestos avances conseguidos", concluye el informe. En este sentido, incide que en los últimos años se ha "sobredimensionado" la formación sin que esta cualificación se traduzca después en la inclusión en el mercado laboral.
Este estudio admite que se han incrementado las partidas económicas a prestaciones sociales que, aunque han tenido un efecto paliativo, "no han supuesto un descenso en la población excluida ni un cambio radical en sus condiciones".
