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Andalucía pone una pica en China

La Junta y los empresarios exploran cómo atraer el turismo del gigante asiático

el 01 ago 2010 / 19:56 h.

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Diecisiete millones de habitantes se juegan la vida en los pasos cebra de Shanghai. La Expo 2010 es un añadido que le ha salido a la ciudad pero que esta ha asumido con naturalidad: no en balde esta vieja urbe cargada de jazz y opulencia occidental hasta la revolución de Mao, ha visto crecer cuatro mil rascacielos en los últimos quince años.
Allí, Andalucía se puso de manifiesto esta semana a través de una embajada encabezada por Luciano Alonso, consejero de Turismo, Comercio y Deporte, con quienes viajó una delegación de la Confederación de Empresarios de Andalucía: "Tenemos mucho trabajo por hacer todavía. Hemos empezado a dar los primeros pasos pero China es un mercado enorme y Andalucía acaba de llegar", alertó Alonso.

Claro que al margen de este notable desembarco, Andalucía lleva presente en China desde hace años, a través del trabajo callado de Extenda, la empresa pública que ayuda a la internacionalización de la economía andaluza y cuya directora general, Teresa Sáez, también acompañó a la comitiva autonómica, junto a su delegado en Shanghai, Manuel León, que lleva ocho años intentando abrir paso a empresarios andaluces en un mercado en continúo crecimiento a pesar de la crisis. Coincidiendo con la Expo, la presencia andaluza en China se ha visto reforzada con las gestiones de Antonio Maldonado, el que fuera alcalde de Mijas y que reside actualmente en Pekín.

De lunes a viernes, el consejero Alonso firmó una plusmarca de convenios a los que hay que dotar de contenidos, como el acuerdo de turismo idiomático con la Shanghai International Studies University y con la Comunication University de Pekín, o con el tour operador chino CITS y la empresa Beijing Top View Holiday and Travel and Tours Co. Ltd. La presencia andaluza despertó interés en algunos medios chinos, pero tampoco fue noticia de portada: "Queremos ser realistas. Andalucía está aún muy lejos de china. Y nuestro destino, nuestra marca, no suena tanto como otras ofertas".

A instancias de este periódico, Han Peng, vicepresidente de ese último grupo de tour operadores especializado en turismo de golf describía a los posibles interesados chinos con las siguientes palabras: "Collares blancos, los ejecutivos, los empresarios y gerentes, en general gente rica que está buscando un turismo ecológico".

El próximo mes de septiembre, 32 turistas chinos viajaran a Andalucía para familiarizarse con sus campos de golf aunque inicialmente no tienen previsto jugar en ellos. El acuerdo es modesto: durante el primer año, apenas se baraja la posibilidad de mover a 300 o 400 personas rumbo al sur de la península. Peng también viajará pronto a territorio andaluz, para asistir como invitado de la Junta de Andalucía y de la CEA a lo que fuera el Volvo Master Valderrama y que ahora se denomina Andalucía Golf Valderrama.

La presencia de la CEA giró especialmente en torno al Galeón Andalucía: "Antes de llegar a Shanghai, la agencia TNS había valorado ya en diez millones de euros la repercusión para Andalucía del impacto publicitario. En China, contamos ya con 400 millones de impactos, esto es, el número de personas que han percibido ya la marca Andalucía", se felicitó Antonio Carrillo, secretario general de la patronal andaluza.

La ciudad les recibió con brumas, contaminación y cielos nublados que aliviaban el húmedo verano de Shanghai. Allí, la Exposición Universal reúne, a un lado y a otro del río Huang Gpu, 6000 hectáreas en las que se reparten pabellones de los 300 países participantes y de las provincias chinas. Dedicada a la ciudad sostenible, su símbolo es una gota de agua, un hijo del mar, como la propia ciudad, lo que también fue apreciado de cerca por Antonio Pascual, quien fuera consejero de Educación y que actualmente preside de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía.

Territorio flamenco. En la Expo, el Pabellón de España no ha pasado desapercibido entre el público asistente, mayoritariamente chino: el periódico en inglés China Daily informaba sobre el boom español más allá de la crisis, gracias al campeonato mundial de fútbol y a la victoria de Rafael Nadal en Wimblendon. Sus páginas, hablaban de negocio y mercado a la española, justo horas después de que la compañía Tiempo Flamenco, el consejero de Turismo y Transporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, y la directora de la Agencia para el Desarrollo del Flamenco, Mari Ángeles Carrasco, presentaran en la Expo la campaña "Flamenco Soy", que pretende recabar apoyos para que la UNESCO reconozca al flamenco como patrimonio inmaterial de la Humanidad. El flamenco, dijo la directora de la Agencia, es un arte vivo y una forma de ser que recorre el mundo, pero también demuestra que "una cultura tradicional como la nuestra puede constituir una industria y un producto a exportar". "Por eso, hemos tomado esta semana el Pabellón de España. Porque el flamenco tiene la obligación de ofrecerse como un producto cultural de primera clase, competitivo donde los haya y atractivo como pocos. No sólo provoca curiosidad como cualquier mercancía. Provoca pasiones, como muy pocas actividades artísticas. Y el mayor escaparate para el flamenco, en estos meses, es la Exposición Universal de Shanghai", añadió.De lunes a domingo, una compañía liderada por el bailaor Juan José Jaén "El Junco" enseñó a los visitantes del Pabellón, en su mayoría chinos, a tocar las palmas y la percusión flamenca. Por soleares, por seguiriyas, por bulerías y por alegrías, sonaba la voz gaditana de David Palomar, el baile sevillano de Susana Casas y el cante poderoso de su hermana Encarnación, La Chabuca; a compás de las guitarras de Keko Baldomero y Francisco Javier Ibáñez, con la percusión de Matías López.

Visitantes. "Ciertas obras de arte, como el flamenco no podemos tocarlas con los dedos, tan sólo con el corazón". Así opina María Tena, comisaria del Pabellón Español que hasta la actualidad ha recibido ya a 3.500.000 visitantes. Su jefe de protocolo, el comunicador rondeño Carlos Telmo, afincado en la capital de Andalucía, recuenta a algunos de ellos, como Carlos Herrera o un matrimonio sevillano, Juan M. Ortega Jiménez y Charo Pareja Tapía, que viajan siempre de vacaciones a las expos: "Ha venido a vernos el anterior primer ministro, Txin Txao Ming, Carlos Gustavo de Suecia, el Heredero del Gran Ducado de Luxemburgo, que se detuvo mucho rato en la sala de Basilio Martín Patino. También -enumera--, el primer ministro de Serbia, el alcalde de Shanghai y el de Pekín, lo más de lo más". Ahora, se aprestarán a recibir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero ya han acogido al del Congreso, José Bono, aunque tan sólo ha visitado el recinto el presidente de una comunidad autónoma, la de Asturias, ya que por austeridad el resto de las autonomías se han limitado a enviar consejeros.

Uno de los hitos visibles de la presencia andaluza en la Expo de Shanghai fue iniciativa de la joven empresa malagueña Arpa, la caseta de la realidad aumentada que intenta ofrecer al visitante las percepciones de una ciudad o pueblo andaluz. El gran fiasco, una vitrina de topicazos: trajes de gitanas, mantón de Manila y guitarra ad-hoc.

No faltaron anécdotas. Durante una exhibición gastronómica del restaurador Dani García, al pregonar las excelencias andaluzas, Alonso se refirió a nuestros "caldos" y un intérprete tradujo al chino dicha expresión como "sopa" y no como "vino". En el Pabellón de España, hay sobrada presencia andaluza desde el venenciador jerezano Alejandro Benítez a las aceitunas y vinos de conocidas marcas, como Tío Pepe o la manzanilla Solear. El Pabellón lo frecuenta el mejicano Guillermo García Tirado que acaba de publicar en chino un libro titulado "Destino La Expo", en el que relata sus visitas a las últimas cinco exposiciones: "En esa foto, yo tenía nueve años" y señala a un chico menudo, de ojos achinados, sonriendo a la cámara sobre el puente de la Barqueta durante la Expo-92.

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