Los datos de facturación y empleo de la aeronáutica andaluza demuestran el acierto de apostar por un sector de innovación industrial y creación de empleo frente a los nubarrones de la actual crisis económica. Los datos de la Memoria Estadística del Sector Aeronáutico en Andalucía 2006-2007, presentados ayer por el Consejero de Innovación, Francisco Vallejo, revelan que la industria auxiliar aeronáutica andaluza creció un 25,4% el año pasado y alcanzó una facturación de 56,6 millones de euros.
El auge de las pymes aeronáuticas en la región se ha traducido en el incremento de un 12% en el empleo, que ya supone para Andalucía un 21% del total nacional del sector, liderando junto a Madrid la producción española. El empuje andaluz se concreta incluso en una menor dependencia de Europa y sirve incluso para compensar la pérdida de un 3% en la facturación total provocada por la coyuntura de los retrasos en el ensamblaje del avión militar A-400M. Las cifras dejan bien a las claras que el eje Sevilla-Cádiz está sabiendo aprovechar la oportunidad para convertirse en el tercer polo aeronáutico del sur de Europa.
Al apoyo decidido de las administraciones se ha unido una correcta estrategia empresarial, atraída por la importante carga de trabajo que supone el A-400M y el reciente contrato para la realización en el eje Sevilla-Cádiz de la Belly Fairing del avión A-350. Confirmada la cartera de pedidos, la asignatura pendiente sigue estando en la financiación.
Las empresas andaluzas deben buscar alianzas estratégicas para coger músculo financiero y optar con garantías a la carga de trabajo que garantizará la actividad durante muchos años en Andalucía. En ese sentido, urge cerrar la creación del grupo Alestis y finalizar la ampliación de capital de Sacesa, lo que podría suponer un nuevo contrato para el cono de cola del A350 de Airbus. Así, la aeronáutica andaluza, además de un prometedor presente podrá tener un esplendoroso futuro.
