No hay ambiciones desmedidas, no podría ser así con un conflicto tan enquistado como el que hace más de 60 años protagonizan Israel y Palestina. Pero supone un gesto, una siembra de semillas entre jóvenes israelíes y palestinos para cultivar el diálogo y la búsqueda de un camino que conduzca definitivamente a la paz. E. Recio No será fácil. La realidad de cada joven así lo constata y 46 años de ocupación de los territorios palestinos, también. Atrash Tamer tiene 24 años y vive en el centro de Hebrón. No puedo decir que sea una vida normal, vivo rodeado de asentamientos. En un solo kilómetro hay más de diez controles militares. La calle principal de la ciudad, su corazón comercial, está cerrada, ha desaparecido por la presencia de los colonos israelíes. Hasta para llegar al cementerio a enterrar a un familiar hay que pedir permiso. O para ir a rezar a la mezquita hay que cruzar cinco controles militares, relata este joven ingeniero civil por la Universidad Politécnica Palestina, que es coordinador de medios de Youth Against Settlements (TAS), que traducido sería Jóvenes contra los asentamientos. Tamer tiene claro que no habrá normalización mientras la ocupación siga siendo una realidad. Cree que para alcanzar a medio plazo un proceso real de paz antes tiene que producirse un cambio en la comunidad israelí, luchando contra la ocupación. Es la única manera de que las cosas cambien. En las recientes elecciones en Israel del pasado enero, el partido derechista Likud, que preside el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, salió victorioso y ya ha dejado claro que la coalición que mantiene con el partido ultraderechista Israel Beitenu, más el ultranacionalista Habait Hayehudí, no está dispuesta a discutir siquiera la posibilidad de la creación del Estado palestino. La extrema derecha está ahora en el Gobierno, así que la ciudadanía israelí está del lado equivocado, apostilla. DEL OTRO LADO // Sorprende de Noemi Seroussi su perfecto dominio del español tras haber vivido una larga temporada en Suramérica. A sus 26 años, esta licenciada en Ciencias Políticas y Comunicación y residente en Tel Aviv, ha sido activista del Movimiento Nacional de Izquierda y ha dirigido varias campañas municipales. Es consciente de que, como israelí, le toca defender que no todos los judíos están de acuerdo con el conflicto y que son más los que quieren la paz más del 60%, asegura. Es verdad que ahora el Gobierno de Israel no está haciendo nada por la paz, no habla con los palestinos ni de ellos, reconoce. En este sentido, la prioridad de la agenda política y de la preocupación de los ciudadanos desgraciadamente no es ésa y se asemeja más a los países de Occidente. La situación económica no está bien, tampoco las clases medias. En unos días presentan los presupuestos, explica. También justifica este segundo plano en que ya son 46 los años de ocupación (fruto de la Guerra de los Seis Días de 1967). La gente pierde ya la esperanza, no hay mucha confianza dentro de los pueblos de que es posible vivir juntos, señala. De hecho, para Noemi este primer encuentro que se desarrollará hasta el sábado en Sevilla, en la Fundación Tres Culturas, y que ha organizado la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz, será la primera vez que tenga un intercambio y un encuentro con jóvenes palestinos. Espero de este encuentro aprender más de la vida que tienen los palestinos y también que escuchen que de nuestro lado también tratamos de arreglarlo. Al preguntarles qué esperan sacar en claro de estos días en Sevilla, Tamer no duda un segundo. Lo que espero es que alguno de los participantes israelíes que están aquí me acompañen en la marcha de protesta para recuperar la calle principal de Hebrón. Por su parte, Noemi tiene también clara su respuesta: Yo vengo de un partido de izquierdas, así que promoveré reuniones y encuentros de diálogo con palestinos desde allí, comenta. No estarán solos, durante los seis días que convivirán en Sevilla les acompañarán una decena de jóvenes andaluces. Días en los que además de abordar el conflicto árabe-israelí, aprovecharán para acercarse y conocer la realidad andaluza, sus instituciones, su problemática y sus soluciones, además de compartir experiencias. Caminos de paz: otras voces de Israel y Palestina es un foro que se celebra por primera vez en Andalucía con una decena de jóvenes israelíes de distintos partidos y palestinos de movimientos políticos y sociales, que fue inaugurado por el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas. El coordinador de Asamblea de Cooperación por la Paz, José María Ruibérriz, destacó la novedad de involucrar a jóvenes andaluces en la resolución de conflictos que nos afectan y con los que comparten una agenda.