El Instituto Andaluz de Geofísica (IAG), con sede en Granada, registra por término medio más de 2.000 seísmos al año en la región andaluza, aunque la mayoría no son percibidos por los ciudadanos debido a su pequeña magnitud. Gerardo Alguacil, investigador del centro de geofísica más importante de Andalucía, cree que esta actividad sísmica es "normal", porque la comunidad es "la zona tectónica más activa de la Península Ibérica".
Los seísmos no percibidos por la población sí fueron registrados instrumentalmente. Para ello, el IAG se sirve de tres aparatos entre los que se encuentran los sismógrafos muy sensibles para microterremotos locales que se dan en la depresión de Granada; estaciones de banda ancha, localizadas por toda Andalucía, que registran terremotos de todo el mundo -como el producido en la capital de Haití, Puerto Príncipe- debido a que es un sistema sensible, y por último, también cuenta con acelerógrafos para ver el comportamiento del suelo en terremotos producidos en zonas urbanas y que son sentidos por la población.
Alguacil reconoce que la actividad sísmica es "imprevisible", pero añade que "sólo en caso de que hubiese ocurrido algún terremoto importante recientemente, se podría aventurar cuáles son las zonas limítrofes que tendrían una probabilidad sísmica mayor", algo, que según el investigador, "no ocurre en la región". Los expertos del IAG establecieron el año pasado zonas del Mar de Alborán, la provincia de Granada y el municipio sevillano de Morón de la Frontera como las más propensas, en teoría, a registrar seísmos. En la realidad, según los datos del instituto, el mayor seísmo localizó su epicentro al suroeste del Cabo San Vicente, en el Atlántico frente a las costas de Portugal. Con una magnitud de 6,2 grados en la escala Richter, el terremoto se sintió en la madrugada del 17 de diciembre en seis provincias andaluzas: Huelva, Cádiz, Sevilla, Málaga, Córdoba y Jaén.
En cifras totales, en 2009 la población andaluza sintió unos 24 terremotos, sin graves consecuencias, porque "eran de baja magnitud o los focos estaban alejados de zonas urbanas", precisó Alguacil. Hubo una serie de microterremotos en Granada capital a principios de año, algunos sentidos por la población.
