La Comisión Europea ha propuesto establecer una categoría intermedia entre las regiones desarrolladas y las pobres para aquellas zonas de la Unión Europea que son objetivo de convergencia pero que han superado el 75% de la renta media de la UE, límite a partir del cual se dejan de recibir los llamados fondos de cohesión europeos. Andalucía, de hecho, dejará de percibirlos en 2013 por superar ese umbral.
Así lo contempla en una propuesta el informe de la Comisión Europea sobre la política comunitaria de cohesión, que presentó ayer el comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, quien explicó que la CE desea establecer una nueva categoría de "regiones intermedias" para aquellas zonas cuyo PIB supere el 75% de la media comunitaria, pero que estén lejos del 90% ó del 100%.
Y es precisamente en ese grupo en el que se encuadran regiones como Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha, que recibirían si este planteamiento prospera una especie de ayudas transitorias tras el fin de los fondos estructurales, destinados a reducir las diferencias de desarrollo entre las regiones de la UE y a promover el empleo.
Fuentes comunitarias explicaron que países como Francia, Italia, España, el Reino Unido y Grecia podrían ser beneficiarios de estos fondos, cuyo objetivo es facilitar la transición hasta el final de la recepción de fondos.
Para poder llevar a cabo estas políticas, el comisario defendió un "presupuesto pertinente", frente a los llamamientos a la contención presupuestaria realizada por parte de algunos países como el Reino Unido.
En el actual periodo 2007-2013, España es uno de principales beneficiarios de fondos estructurales -conocidos como fondos de cohesión- de la UE, con 35.217 millones de euros.
La mayor parte de las ayudas (19.479 millones) se concentran en las regiones objetivo de convergencia, cuyo PIB está por debajo del 75% de la media comunitaria, esto es, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia.
A partir de 2014, tan sólo Extremadura mantendrá estos fondos mientras que Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia podrían recibir ayudas transitorias decrecientes para completar su proceso de convergencia.
"España pertenece a aquellos países que han conseguido mayores progresos. Todavía es demasiado pronto para dar una opinión definitiva, pero todo parece indicar que la única región será Extremadura", dijo ayer el comisario de Política Regional.
De este modo, el informe de la CE, consultado por Europa Press, señala que el apoyo debe ser diferente entre las regiones en función de su nivel de desarrollo económico, de forma que se distinga entre las "menos y más desarrolladas".
"Para suavizar la transición entre estas dos categorías y asegurar un tratamiento más justo a las regiones con similar nivel de desarrollo, podría plantearse un sistema más simple con una nueva categoría intermedia de regiones", propone el documento.
En el nuevo contexto de la UE, Andalucía, junto con Galicia y Castilla-La Mancha, perdería parte de los fondos que ahora recibe precisamente por haber superado el 75% de la renta media de los ciudadanos comunitarios.
Este apartado intermedio, concreta la CE, "incluiría también a las regiones en convergencia pero cuya renta per cápita sería más alta que la media de la Unión, de acuerdo con las últimas estadísticas". Se trata de una categoría con la que se establecería un sistema de aterrizaje suave.
Pacto pesquero con Rabat condicionado al Sáhara
La Comisión Europea (CE) considera que Marruecos debe presentar aún pruebas "claras" de que el acuerdo de pesca actual beneficia a las poblaciones del Sáhara occidental, como condición previa para negociar su renovación.
La CE ha concluido que todavía necesita más "datos claros" sobre el convenio pesquero, tras la reunión celebrada esta semana entre representantes europeos y marroquíes para abordar el futuro de ese pacto, informaron ayer a Efe fuentes comunitarias.
Después de esa sesión, de carácter técnico, la CE estima que las cosas no han cambiado y mantiene su posición, sobre todo en la exigencia a Marruecos de que le remita informaciones para demostrar que el acuerdo y la consiguiente compensación económica de la UE están favoreciendo al pueblo saharaui.
Europeos y marroquíes han decidido seguir en contacto e intercambiar informaciones por escrito, pero "hace falta mucho más trabajo" y no han fijado fecha para otra reunión.
Según los datos que reciba, la CE "decidirá qué pasos dar a corto plazo", según las fuentes, que insistieron en que, por ahora, no está sobre la mesa la negociación de un nuevo acuerdo.
Sin embargo, quedan pocos meses para que caduque el convenio actual (marzo de 2011), lo que supondría el abandono del caladero marroquí para la flota de la UE y la española, que cuenta con cien licencias de pesca en esas aguas.
Desde hace meses, la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, mantiene que la demostración de que el arreglo beneficia a la población del Sáhara occidental es una condición indispensable para pensar en su prolongación.
Si para febrero no han logrado firmar la renovación y expira, la flota comunitaria deberá ausentarse de las aguas marroquíes, como ocurrió durante ocho años, entre 1999 y 2007. A cambio, la UE abona al año 36,1 millones al país magrebí en compensación. De esta partida una parte es para el sector pesquero nacional y otra para medidas de desarrollo.
