El Gobierno de Mariano Rajoy, siempre escudado en el si lo autoriza Bruselas, ha empezado a considerar una de las reclamaciones que venía haciendo la Junta: que el límite del déficit no sea el mismo para todas las comunidades autónomas, como hasta ahora, y que el Estado module distintas alturas en los techos de gasto, dependiendo de las características y el comportamiento de cada región (población, nivel de endeudamiento, lo que aportan al PIB nacional). La consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, aseguró ayer que la Junta no es contraria a que los objetivos de déficit sean diferenciados entre las distintas comunidades autónomas, pero pondrá sobre la mesa la necesidad de que se garantice la prestación de los servicios públicos fundamentales. En declaraciones a los periodistas en Sevilla al hilo de la reunión celebrada el jueves por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), Díaz expresó la satisfacción de la Junta por la creación de un grupo de trabajo que estudie cómo establecer objetivos de déficit diferentes para cada región y por el hecho de que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se haya comprometido a flexibilizar el objetivo de déficit establecido en el 0,7% para este ejercicio en cuanto Bruselas confirme que da más margen a España. Evidentemente hay que garantizar la prestación de la sanidad pública, de la educación, de las prestaciones sociales, de las pensiones o de las prestaciones por desempleo, matizó Díaz, antes de dar por buena la flexibilización del déficit. En ese marco, si el diálogo es fluido con el Gobierno y no se producen agravios, no habrá ningún problema en que el resultado final determine objetivos de déficit diferenciados entre unas comunidades y otras, añadió. La consejera insistió en que es fundamental blindar y garantizar la financiación de los servicios públicos esenciales. El vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, también advirtió de que estarán muy pendientes para que al establecer criterios de asimetría en el reparto del déficit público bajo ningún concepto se pueda perjudicar a Andalucía. El número dos del PP andaluz José Luis Sanz, consideró muy positivo el hecho de que por unanimidad todas las comunidades decidieran crear un grupo de trabajo para analizar el objetivo de déficit, pero no quiso entrar a valorar la posibilidad de que cada comunidad tenga un déficit individualizado. La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que la posibilidad de que se flexibilicen los objetivos para este año no se traduce en ningún tipo de relajación para las autonomías, que tendrán que cumplir con la parte que les corresponda. H