La escuela de negocios San Telmo no se conforma con impartir sus clases en Sevilla, Málaga, Extremadura, Madrid y Valencia, sino que las traslada fuera de las fronteras españolas. Visitas a Bruselas, foros en Marruecos y expansión por Chile y Argentina son sus nuevas apuestas.
Desde que se fundara en 1982, más de 6.500 empresarios y directivos han realizado programas de formación en el Instituto Internacional San Telmo, una institución netamente andaluza en la que la internacionalización siempre ha sido un factor clave.
Ya en 1990 ingresó en la European Foundation for Management Development, en la que están representadas las escuelas de negocios más importantes de Europa. A su vez, en 1992 hizo lo mismo con el Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración de Empresas.
Así, en los últimos años, la escuela ha vertebrado sus cursos de formación a lo largo de tres ejes internacionales principales que resultan de conectar la realidad del empresariado andaluz con las de Europa, el Norte de África y Latinoamérica.
Con 900 alumnos a sus espaldas, el Master Executive-MBA de San Telmo hace especial hincapié en concienciar al empresario de que "todo aquello que ocurre en Europa nos concierne" y en la importancia de la figura del lobby empresarial.
A juicio del director ejecutivo del Programa Master, José María González-Alorda Iriarte, el "sustento a través de fondos para el desarrollo" proveniente de Bruselas, del que Andalucía ha disfrutado en los últimos años, ha hecho "que los empresarios de la región no tuvieran tanta necesidad de influir en las directivas como los de otros lugares".
En este sentido, afirma que en la coyuntura económica actual "ningún ente económico o político va a permitir que se le quite un euro de su entorno sin haberlo peleado", y es ahí donde estriba la necesidad de "romper con la pasividad del empresario andaluz para que forme grupos de influencia".
Para ello, el Master ofrece a sus alumnos un viaje de cuatro días a Bruselas con el que se familiarizan con las instituciones de referencia, repasan los instrumentos de las empresas para hacer valer sus derechos en el mercado europeo y se impregnan con el "espíritu del lobby".
Por otro lado, el Exective-MBA también hace escala en Tánger, donde se ponen en valor las oportunidades y problemas empresariales que se dan en Marruecos.
Según González-Alorda Iriarte, poder trasladar un centro de producción a Marruecos y saber hacerlo puede ser "el salvavidas" de muchas empresas actuales. "Si no se trata de deslocalizar la producción para abaratar los costes de tus puestos de trabajo, sino para proteger y hacer progresar tu empresa, es una estrategia no sólo lícita, sino también muy valiosa", apunta.
El ecosistema empresarial marroquí es especialmente importante para la escuela. El director general adjunto del Instituto, Julio Audicana Arcas, asegura que "Marruecos es un país de contrastes". Por un lado están "las empresas autóctonas, entre las que abundan las subcontratas que quieren crear una marca propia para emerger, y que nunca han tenido acceso a este tipo de formación". Y, por otro, están las "multinacionales, élites empresariales, que la echan en falta, pero que no encuentran dónde adquirirla".
Por ello, la escuela de negocios lleva tres años orquestando un seminario de formación en Tánger, Larechar y Tetuán que, en el presente curso, se verá ampliado a cuatro sesiones entre los meses de mayo y junio. El programa pretende reunir a unos 70 empresarios de diversos sectores y orígenes.
La tercera zona geográfica en la que opera San Telmo es Latinoamérica. Hasta la fecha, la escuela desarrollaba varios seminarios cortos en México, Perú y Colombia y ahora pretende completar la lista, con actividades en Chile y Argentina.
Además, el centro tiene un proyecto para configurar sus programas de formación para toda América Latina posicionándose en Miami.
