Deportes

Andrés Rosa, el último eslabón

El waterpolo sevillano vuelve a llenarse de gloria cincuenta años después de que varios internacionales lograran el subcampeonato de España en Palma de Mallorca, gracias a la eclosión de una nueva generación, cuyo último exponente es Andrés Rosa.

el 16 sep 2009 / 05:15 h.

Mª Ángeles Cortés

El waterpolo sevillano vuelve a llenarse de gloria cincuenta años después de que varios internacionales lograran el subcampeonato de España en Palma de Mallorca, gracias a la eclosión de una nueva generación, cuyo último exponente es Andrés Rosa.

Un nuevo renacer del waterpolo sevillano. En los últimos años, tres de los jugadores del Club Waterpolo Sevilla han disfrutado disputando partidos con la selección nacional. El primero de ellos fue Roberto Lastres, al que le siguió Javier Asencio y por último, Andrés Rosa. Una generación joven que toma el relevo de los ya ilustres Fernando Oliveras, Armando Fernández Aramburu y Juan Amador Monterde, protagonistas en los 50.

Un sueño hecho realidad, una ocasión única que le llegó cuando menos lo esperaba. Andrés Rosa, sevillano de 24 años de edad, fue llamado por el seleccionador nacional de waterpolo, Rafa Aguilar, tras varios años en la lista de candidatos para disputar partidos con la Selección Española, concretamente en la Liga Mundial y con un duro adversario, Rusia, al que los españoles no fueron capaces de vencer, ya que los rusos se impusieron por 5-4 en el marcador.

Todo empezó hace once temporadas. Hacía atletismo, pero sabía que no era lo suyo, ya que se aburría demasiado. El waterpolo siempre le había atraído, seguía este deporte y le ilusionaba cuando el combinado nacional se hacía con un título. Recuerda que, por aquella época en la que él se iniciaba en este deporte, España ganó un título y fue uno de los motivos que le llevó a interesarse por esta práctica deportiva, pero siguió con el atletismo, modalidad deportiva que llevaba practicando un año y medio.

Pero, finalmente, el desáni-mo, por un lado, y el apoyo de su padre, por otro, le llevaron a decidirse y a adentrarse en el mundo del waterpolo, un deporte que le entusiasmó desde el primer día y en el que tuvo claro cuál era su posición de juego, la de portero, una demarcación que le ha llevado con la selección a San Petersburgo.

No es la única vez que el joven sevillano defiende la portería nacional, ya que hace unos años lo hizo en la categoría junior. En aquella ocasión el combinado español consiguió la medalla de bronce en el Mundial de Mar del Plata de 2005.

Todo un jugador con trayectoria, reclamado por muchos clubes españoles interesados en que profesionales como Andrés salvaguarden sus porterías. Pero si algo tiene claro este joven sevillano es que el waterpolo son sus amigos. La amistad que guarda con sus compañeros del CW Sevilla-Emasesa es lo que le motiva para seguir con el día a día y le ayuda a compaginar este deporte con sus estudios de Medicina. Para ello ha tenido que dejar muchas cosas a un lado, pero al mirar atrás ve recompensado su esfuerzo y se da cuenta de que "todo ha merecido la pena".

Su club, una familia. Andrés reconoce que pasa más horas en la piscina y junto a sus compañeros que en su domicilio familiar, lo que lleva a adoptar las instalaciones de Hytasa, donde actualmente entrena el CW Sevilla, como su casa.

Aunque, precisamente en esta temporada al Club Waterpolo Sevilla la División de Honor se le ha quedado un poco grande y el equipo ha acabado descendiendo.

Un deporte, por otra parte, no reconocido como otros, pero que a su vez ha llenado de gloria en muchas ocasiones a la ciudad de Sevilla. De aquí han salido varios internacionales, como es el caso Armando Fernández Aramburu, Juan Amador Monterde y Fernando Oliveras. Este último, uno de nuestros primeros internacionales en natación y más tarde en waterpolo, fue el primer hombre en bajar del minuto en los cien metros, plusmarquista en todas las distancias de crawl y que por sus cualidades, según indican los expertos, podía haber llegado a ser campeón de Europa, siempre en 100 y 200 metros.

A pesar de los logros conseguidos, no fueron tiempos fáciles para el waterpolo sevillano de la época. Los nadadores y waterpolistas de mediados de los 50 le deben mucho a Lorenzo Muñoz, quien llegó a Sevilla en 1947, tendiéndole la mano a todos los profesionales de la época, quienes debido a la falta de instalaciones se veían obligados a jugar baloncesto seis de los doce meses del año para mantener su estado de forma. Pero, pronto llegarían los logros. 1949 trajo nuevos y grandes triunfos para la natación hispalense.

En agosto, el equipo de waterpolo conformado por Armando Fernández Aramburu, gran nadador y portero internacional de waterpolo, José Rodríguez Galiano, Antonio Soriano, Juan Amador, José Sánchez Parodi, Diego Rodríguez Galiano y el propio Lorenzo Muñoz, conseguía en Palma de Mallorca el título de subcampeón de España ante el CN Martorell catalán.

  • 1