La noticia de la muerte de Fernando Trapero, el segundo guardia civil herido en el atentado de ETA del sábado, enfrió el ya entristecido ambiente del 29 aniversario de la Constitución. Un acto con amplia presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que recibieron muestras de apoyo.
Las primeras palabras del delegado del Gobierno, Juan José López Garzón, y del catedrático Juan Antonio Carrillo Salcedo (en nombre de los homenajeados), fueron de recuerdo a las víctimas y de condena al terrorismo. Pero fue la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, la que, con voz entrecortada, dio la noticia que acababa de conocer: la muerte del agente Fernando Trapero, en coma desde el atentado del sábado en el que falleció su compañero Raúl Centeno. Lo hizo ante un auditorio repleto de policías y guardias civiles, porque cuatro de ellos recibían las encomiendas al mérito civil. Para ellos fueron los mayores aplausos y elogios.
La unidad de los demócratas frente al terrorismo y el espíritu de consenso que permitió, hace 29 años, la aprobación de la Constitución, fueron reivindicados tanto por la ministra como por el presidente andaluz, Manuel Chaves, quien apeló a que la unidad lograda en la manifestación del martes "debe continuar" más allá de coyunturas políticas.
Salgado aseguró que "el Estado de Derecho va a saber responder a esos asesinatos y vamos a honrar la memoria de las víctimas trabajando" para alcanzar "la democracia casi perfecta en la que el terrorismo no tenga cabida".
Alabó el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía -que también centro gran parte de la intervención de Chaves- como" ejemplo de equilibrio y moderación", y señaló que el espíritu de consenso está también detrás del resto de reformas estatutarias "que no suponen un cambio en el modelo de Estado" sino mayor cooperación entre administraciones.
