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Ante la desaceleración, que no cunda el pánico

Crisis, lo que se dice crisis, no habrá pero desde la Junta, Gobierno central y el PSOE se esfuerzan en trasladarnos un mismo mensaje ante la actual desaceleración económica: ¡que no cunda el pánico! Eso mismo, prácticamente, vino a decir días atrás el propio consejero de Empleo, Antonio Fernández...

el 15 sep 2009 / 05:43 h.

Crisis, lo que se dice crisis, no habrá pero desde la Junta, Gobierno central y el PSOE se esfuerzan en trasladarnos un mismo mensaje ante la actual desaceleración económica: ¡que no cunda el pánico! Eso mismo, prácticamente, vino a decir días atrás el propio consejero de Empleo, Antonio Fernández, quien pedía calma a la sociedad andaluza ante las adversidades que ya se van conociendo. Mientras tanto, la situación es tal que ya los eufemismos no valen hasta el punto de que el propio Manuel Chaves no ha tenido más remedio que, por fin, reconocer que estamos en medio de una intensa crisis, más grave de lo previsto inicialmente.

No está de más, por tanto, que se llame a las cosas por su nombre. Será la mejor forma de afrontar con una mayor probabilidad de acierto una posible solución. Y eso pasa, sin duda alguna, por ir preparando el terreno, por advertir con la antelación suficiente la que nos va a caer encima en forma de subida del Euribor, el IPC, los precios del combustible y los alimentos, la carestía de la vida, en fin, sin dejar atrás el temido incremento del paro y, por ende, de la conflictividad social inherente a cualquier periodo de incertidumbre que se precie como en el que ya nos encontramos metidos de lleno.

LAS PRIMERAS MEDIDAS CONTRA LA CRISIS ECONÓMICA

Una vez reconocida, por tanto, la propia existencia de la crisis, llega el momento de la aplicación de las primeras medidas para luchar contra la misma. Y se hará recurriendo, por primera vez en esta legislatura, a la figura de Decreto-Ley, tal y como se recoge en el nuevo Estatuto de Andalucía. Contendrá un paquete de iniciativas, ya anunciadas por Chaves en el Parlamento, y que tiene una clara vocación de actuar a modo de plan de choque. Y aunque la oposición resta importancia y toda validez a la propuesta, lo cierto es que se trata de una actuación seria por su volumen inversor y por su capacidad de movilizar cuantiosos recursos públicos, los suficientes como para que no sea despreciada esta actuación a la ligera, tal y como lo han hecho algunos. Cuanto menos, se merece un margen de tiempo suficiente para comprobar su eficacia, aunque no deja de ser una propuesta limitada si se tiene en cuenta la dimensión global de esta crisis.

POSIBLE REVISIÓN DE LOS OBJETIVOS PLANTEADOS EN ANDALUCIA

Y puesto que, al final, desde el Gobierno andaluz no han tenido más remedio que admitir que nos encontramos inmersos ya en toda una tormenta económica, quién sabe si ahora lo que toca es una inmediata revisión de los ambiciosos objetivos que se habían planteado a medio plazo como es el, por ejemplo, el conseguir el pleno empleo en Andalucía. Ya se ha comenzado por rectificar la tasa de crecimiento anual, por lo que no es descartable que se tengan que guardar en el cajón esa extraordinaria apuesta de la desaparición efectiva del paro en nuestra comunidad. Visto lo visto, no sería bueno crear falsas expectativas que redunden en el escepticismo que, por definición, tienen los ciudadanos con respecto a toda promesa que le llega de las instituciones públicas.

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