Una vez que se abrieron las puertas de la Sala Chapina, los nervios se apoderaron de los concursantes, o más bien, de los padres, que evidenciaban estar más nerviosos que sus hijos.
La organización se encargó de repartir a cada familia un formulario donde los aspirantes tenían que dejar sus datos personales y sus gustos musicales. Otro de los apartados que interesaba al jurado del concurso y que quedó demostrado ya dentro en los castings fue la soltura de los concursantes, además de cualquier otra habilidad que tuvieran los menores.
El desconcierto de progenitores e hijos duró hasta el miércoles, cuando un día antes de los castings les avisaron de que en el día de ayer tenían que presentarse en Sevilla para someterse a la prueba. Las bases del concurso, prácticamente en desconocimiento, quedaron plasmadas cuando después de una reunión previa para los padres de los menudos artistas, aún no tenían constancia del desarrollo del certamen. Lo que sí quedó claro es que en menos de un mes empezaría la emisión en televisión y que dos días a la semana tendrían que viajar a Madrid para ensayar y posteriormente actuar en una gala.
Los aspirantes se ceñían a los requisitos de la productora, Europroducciones TV, cumpliendo el margen de edad de entre 6 y 16 años exigido. Cabe destacar que la gran mayoría de los jóvenes no llegaban a alcanzar la edad máxima, y muchos de ellos tenían ya experiencia en el mundo profesional de la música.
De todos los rincones de Andalucía llegaron los participantes para entonar sus canciones favoritas. Llenos de ilusión, con desenfado y desparpajo hicieron versiones de la actualidad musical española e inglesa que procedían de temas de series de televisión como Hannah Montana o protagonistas como Demi Lovato del canal Disney Channel.
También había otro elenco de jóvenes músicos que tocaban palos como el flamenco, el rock o el heavy metal, incluso con guitarra en mano.
Alguno que otro sorprendió al jurado desde un primer momento y aunque no haya nombres decididos, sí que los gemelos de Menuda Noche, Daniel y Jesús y Lorena, ganadora de Veo Veo, parecieron ganarse al jurado.
La selección del casting no era momentánea, ya que los directivos les pidieron paciencia a los concursantes y familiares hasta recibir una llamada telefónica si tenían la suerte de ser elegidos. Una decisión de larga espera y difusa para jóvenes y padres ansiosos por triunfar.
