Julián Molpeceres está al frente de Selnan Consultores, que tiene ahora sus oficinas en Torneo Parque Empresarial. / Foto: J.M. Paisano Julián Molpeceres (Sevilla, 1972) es el ideólogo de Selnan Consultores, un proyecto que surgió de una necesidad muy particular, la de ser padre, que los dos miembros de la pareja trabajasen y no tener a nadie de confianza con quien dejar a sus hijos pequeños. Cuando se puso a buscar una empresa que le ofreciera esos servicios en Sevilla no la encontró, así que cuando se quedó en paro tuvo claro hacia dónde orientar su proyecto empresarial, que está a punto de cumplir su primer año de vida. ¿De dónde parte la idea? No encontraba empresas especializadas en niñeras que fueran más allá de darte diez, quince, veinte nombres de una base de datos y tú tenías que hacer todo lo demás. Además de mi necesidad propia, comprobé que en mi entorno de amistades ocurría lo mismo. Se quejaban de la alta rotación de chicas o de que no encontraban a la persona más adecuada para lo que buscaban. Hicimos un estudio de mercado y nos fijamos en cómo funcionaban otras empresas grandes de Madrid y también internacionales. ¿Cómo la puso en marcha? Preparé la idea y la expuse a varios empresarios de Sevilla y uno de ellos, con varios negocios importantes aquí, decidió apoyarla como socio inversor, de manera que hizo la aportación inicial para su puesta en marcha. Selnan se constituyó en noviembre del año pasado, pero llevaba medio año antes preparándose para arrancar con una base de candidatas y de servicios que poder ofrecer. ¿Qué ofrecen? Ofrecemos servicios de niñeras, empleadas de hogar y cuidadores muy especializados que nos encargamos de seleccionar y formar. Empezamos con niñeras y empleadas de hogar, pero los mismos clientes nos pedían a alguien para cuidar a su padre o madre enfermo, con Alzhéimer... Ahí vimos que, efectivamente, había un mercado importante que cubrir de cuidadores de personas mayores cuyos hijos no quieren dejarlos en hospitales o residencias, que por otro lado, son más caros que estos servicios. Por esa razón, ampliamos el proceso de selección a especialistas en estos cuidados. ¿En qué se diferencia su empresa? ¿Dónde está el valor añadido? La parte más importante es la fase de formación. Desde que una chica entra como candidata hasta que se incorpora a la base de datos pasa de un mes a un mes y medio, tiempo que nos permite ver si es una persona válida, por eso tenemos también un estricto proceso de selección que hace que, a día de hoy, todas las chicas que han contratado los clientes estén dadas de alta en la Seguridad Social. El Gobierno está preparando una norma para que cualquier familia que tenga una empleada en casa pueda desgravarse el 100 por cien del servicio. Intenta así que desaparezca el dinero en B y que se profesionalice el sector. ¿Qué balance hace de estos primeros meses de andadura? Muy positivo, aunque estamos aprendiendo constantemente de las necesidades de los clientes y ajustando a ellos nuestros procesos de selección porque cada vez son más exigentes y quieren a niñeras con idiomas para que les hablen a los niños en inglés o francés. ¿Niñeras con idiomas? El perfil de nuestro cliente es de un nivel económico medio alto y, si hay posibilidad de que la niñera sea bilingüe, lo piden para que desde pequeño el niño se vaya haciendo a otro idioma. Me sorprende que una persona bilingüe se presente como candidata para trabajar como niñera... Te sorprendería el perfil de muchas candidatas, que tienen estudios superiores, carreras y están muy preparadas. Cuando empezamos con la empresa pusimos un anuncio en Infojobs y recibimos 2.700 currículos en una semana. De todos modos, para nosotros es fundamental la vocación y la profesionalización del sector. Antes una niñera era una hija de, una conocida de, una amiga de, una prima de... Nosotros buscamos gente preparada y formada que sepa cómo actuar ante una situación de emergencia o en la educación del niño. ¿Perfil de las candidatas? Pues hay de todo. Mucha gente con experiencia previa, con idiomas y gente que te dice que nunca se había planteado trabajar en este sector. No te vas a hacer rico con esto, pero puedes vivir. ¿Cómo ha impactado la crisis? La crisis sí que ha hecho que mucha gente se plantee esta actividad como otra posibilidad laboral. Pero sin la parte vocacional, si no te gusta tu trabajo, por mucho que hable dos idiomas, no vas a ser nunca un profesional. Y descubrir si existe esa vocación es tarea nuestra. Lo fundamental es que la tenga, porque no nos sirve alguien que solo busque dinero. No me sirve alguien si dentro de dos meses va a encontrar trabajo de administrativa y se va a marchar. Lo primero que les decimos es que si vienen a echar el rato no nos interesan. ¿Cómo se desarrolla ese proceso de selección y formación? Uno de los aspectos que más marca la diferencia es nuestro proceso de selección. El primer paso es una dinámica de grupo y, tras una primera selección, se decide quién pasa a la entrevista personal con personal con 20 años de experiencia en el sector. Luego se pasa un test de personalidad, que es el mismo que tienen que cumplimentar las personas que quieren adoptar un niño, para que veas el nivel de exigencia. Después se forma a las candidatas en cuatro áreas: nutrición, cuidados, primeros auxilios y técnicas de modificación de conducta para bebé e infantil, para que sepan cómo actuar perfectamente. ¿En qué consisten esas técnicas de conducta? Para entenderlo, es algo parecido a lo que se hacía en el programa de Supernanny. Aplicar técnicas para poder evitar una rabieta o enfrentar una salida de todo del niño... Esta parte de la formación la imparte una psicóloga. ¿Cuáles consideran que son los requisitos fundamentales que tiene que cumplir una candidata? Las principales demandas de los clientes se centran en que sean personas cariñosas, con buena imagen y, a ser posible, con estudios e idiomas para poder ayudar a los hijos con los deberes. ¿Y hasta dónde llegan sus servicios? Una vez que el cliente nos dice cuáles son sus necesidades y el perfil que quiere, nosotros realizamos todo el proceso anterior y le ofrecemos dos candidatas. Nunca nos ha pasado que no hayan encajado en lo que querían, sino todo lo contrario, que el cliente tuviera dificultades para elegir entre ellas. Tenemos un tiempo de garantía, entre comillas, para asegurarnos que tanto el cliente como la chica estén contentos, es bidireccional. ¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado al poner en marcha el proyecto? Que no me cansara de trabajar. Antes no tenía horas, viajaba por medio mundo porque era gestor de grandes cuentas de empresas vinculadas a la construcción, y ahora las horas que echas como empresario son más gratas. No hay que cansarse de pensar, idear, inventar cosas nuevas, ver a qué sectores dirigirte, estar en redes sociales. Hay que estar en internet porque de lo contrario, no existes.