De profesión, carnicero y por vocación, presidente vecinal. Eduardo Muñoz entró en contacto en el movimiento asociativo hace más de cuarenta años gracias a la entidad Las Encinas, en el municipio de Alcalá de Guadaíra. De ahí pasó a las Constelaciones de la barriada Madre de Dios y hace un año, cuando a su edad tiene 71 años hay quien piensa en retirarse, participó en la creación de la asociación de vecinos Mayores Nervión-La Ranilla. Entre sus objetivos, confiesa, están «mejorar la convivencia y los servicios del vecindario» y, sobre todo, reactivar el proyecto del parque de la Ranilla sobre el solar de la antigua cárcel provincial después de dos años y medio de parón. Los carteles repartidos por el barrio pidiendo la apertura del parque han surtido efecto. El Ayuntamiento ha anunciado obras para después del verano... Oficialmente no sabemos nada. No nos han dicho ninguna fecha, aunque esperemos que realmente todo se reconduzca tras el verano. Es cierto que desde hace unos días estamos viendo a un operario realizando tareas de desbroce en el recinto, como ocurre todos los años por estas fechas, para retirar las yerbas que han crecido y que suponen un peligro con el calor.
¿Pero os habrán comunicado algo sobre la reanudación de los trabajos? Sólo sabemos que al principio se empezó a hablar de tres millones de euros, luego que 1,5 millones, después que 800.000 euros y ahora, la última versión, es que se va a destinar una partida de 700.000 euros. Sí, 700.000 euros para un parque. ¿A ver si vamos a terminar con una maceta puesta en el centro y poco más?
¿Satisfechos con el diseño final del parque de la Ranilla? El primer proyecto que se nos presentó era muy bueno. Tenía muchas fuentes y zonas deportivas que vienen muy bien para la población joven del barrio. Sé que ha tenido muchas variaciones en función de la larga historia de obstáculos e incumplimientos que ha sufrido el parque, pero también es cierto que a día de hoy no se nos ha detallado lo que finalmente se va a hacer allí.
De producirse un nuevo retraso, ¿qué medida de presión se baraja? Nos movilizaremos y nos echaremos a la calle, pero no cortando el tráfico y afectando a terceros, sino plantándonos en la puerta del Ayuntamiento o donde haga falta para que las administraciones nos tomen en serio. Haremos una gran cacerolada con la que hacer oír nuestro problema. Nervión se merece tener zonas verdes en condiciones y no que todo sea para la Buhaira y Blanco White. Queremos un alcalde que gaste dinero y haga cosas.
Se ha hablado de reurbanizar las calles del parque, ¿qué otras vías próximas requieren de una actuación inmediata? Hay calles que están en mal estado pero lo fundamental es reurbanizar el parque, que es un recinto de grandes dimensiones con cuatro puertas y una nueva calle que va a Los Arcos que rotular.
Al margen del parque, ¿qué otras carencias presenta la zona? En primer lugar, el tema de la conservación del barrio, tanto en materia de limpieza viaria como en cuestiones de restauración de mobiliario urbano dañado o deteriorado por el paso del tiempo. Además, en el bulevar que hay desde la ronda del Tamarguillo a Marqués de Pickman se disponen vendedores ambulantes que ejercen su trabajo en condiciones insalubles, con alimentos expuestos cerca de los excrementos de los perros. No me explico cómo el Ayuntamiento permite este tipo de ventas. Pero hay más. Muchos de los árboles del entorno están podridos y hay riesgo de desplome. En alguna ocasión, hemos quitado nosotros mismos los más peligrosos y luego han venido los operarios a retirarlos. Pero lo cierto es que cualquier día va a pasar una desgracia.
¿Qué proponen frente a los continuos problemas de aparcamientos que adolece el barrio? Hay una zona dentro del parque de la Ranilla que se había reservado a hacer viviendas, pero que de momento no está previsto que se hagan. Le proponemos al alcalde que ese solar se utilice para hacer un aparcamiento en superficie para los residentes.
Las calles aledañas al parque, de la Gran Plaza a la ronda del Tamarguillo, han sufrido una degradación notable en los últimos años, ¿a qué se debe? El abandono que sufre la zona se debe a la especulación de la casas que hay allí. Las viviendas están cerradas porque sus propietarios han jugado a la especulación en los tiempos de bonanza económica y ahora ya no pueden venderlas.
A ello se suma la delincuencia que azota diariamente la avenida Marqués de Pickman... Desgraciadamente los tirones están a la orden del día. Tenemos cerca barrios conflictivos, con mucho paro. Si los jóvenes tuvieran trabajo, no sucedería esto. El problema del desempleo hay que atajarlo con un plan especial. Los políticos tienen que pensar en fórmulas, que para eso están. La crisis ha cambiado el mapa de las reivindicaciones: antes pedíamos carreteras y AVE, ahora que los comedores escolares abran también en verano.
