Cultura

Antonio Hermán, pincel y tacón

El artista exhibe su serie ‘sevillana’ en el hotel Las Casas del Rey de Baeza.

el 07 oct 2010 / 20:35 h.

Antonio Hermán, ante las creaciones en las cuales trabaja sobre temas como el flamenco, la Feria o la Semana Santa.

Lo primero que llama la atención de la exposición que Antonio Hermán inauguró anoche en el hotel Las Casas del Rey de Baeza es su temeridad. Atreverse con algunos de los más arraigados tópicos de la capital hispalense y tratar de darles una vuelta de tuerca de la plástica requiere, desde luego, mucho arrojo.

Hermán, cordobés de 1972, debió de preguntarse en algún momento cuál es el elemento que tienen en común el flamenco, la Feria de Sevilla y la Semana Santa, y la respuesta acudió sola: el tacón. La serie Pasión con tacón, la primera de las dos que integran esta muestra, tiene como motivo principal este objeto clásico del fetichismo que comparten -a veces con notable sacrificio físico- flamencas, mantillas y feriantes.

"Todo empezó a partir de una pieza que titulé Pelotazo de amor", explica el propio Hermán. "Ahí trabajé sobre lunares y corazones, y empezaron a tomar forma algunas ideas. Cuando el hotel me llamó para la exposición que hacen una vez al año, convinimos en que, estando en Bienal, el tema podría ser algo de Sevilla".

Y prosigue el pintor: "Me divierte mucho el tópico, ilustra muy bien ese lado absurdo que puede llegar a tener esta ciudad".

En total, son doce las piezas expuestas, casi todas ellas en acrílico sobre papel de pequeño formato -"para no desentonar con los espacios del hotel", señala Hermán"- y en blanco y negro o con azules y rojos muy contenidos. El pincel es el medio empleado por Hermán para jugar con trazos muy distintos, de la mancha más gruesa al detalle delicadísimo, confiriendo un curioso movimiento a las escenas representadas.

Algo de ello hay también en la segunda de estas series, Momentos, compuesta por seis piezas pequeñas y dos lienzos, en los que Antonio Hermán se decanta por un registro algo más abstracto y ajeno a la sevillanía profunda.

Desde la silueta del pez, presente en la historia del arte desde el primitivo cristianismo, a los círculos concéntricos, las formas de estas obras son mucho más elementales, pero también se desarrollan hasta adquirir la complejidad que posee, por ejemplo, Re-verde Amazonas, la obra de mayor formato de la colección.

Otras, como Nanas de algas, son el resultado de un proceso bien meditado. "Estos Momentos aluden a ese punto en el que empiezas a abocetar, a hacer cosas que más adelante pueden ser desarrolladas, o pasadas a un formato más grande", comenta Antonio Hermán, y agrega a renglón seguido: "Toda la exposición gira, en definitiva, en torno al trazo, al hecho de pasar del mínimo detalle al cuadro grande".

Formado en Sevilla, Antonio Hermán se marchó de la ciudad buscando otros horizontes, regresó y lleva ya 14 años afincado en la tierra donde aprendió a pintar. Paradójicamente, su trayectoria expositiva ha tenido mucho más peso fuera que en Sevilla, aunque en su currículum constan varias exposiciones individuales y colectivas en galerías hispalenses y en el caS.

"Sevilla es una ciudad donde un artista puede vivir muy bien", asegura Hermán, "pero donde no es fácil vivir del arte, a menos que pintes macarenas y granpoderes. Este momento además, tras el cierre de Iniciarte, indica que no soplan los mejores vientos para la creación contemporánea. Claro que el que lo vivió hace 15 años pensará tal vez que todo va mejorando...".

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