Economía

Antonio Jara sustituirá a Claret en Caja Granada al agotar su mandato

PP y PSOE pactan que el ex alcalde socialista de Granada sea el máximo ejecutivo

el 17 sep 2009 / 20:59 h.

El ex alcalde socialista de Granada Antonio Jara será el nuevo presidente de Caja Granada pues el actual, Antonio Claret García, deberá abandonar el cargo al cumplir sus dos mandatos, según fija la legislación regional. Se trata de un pacto entre PP y PSOE que no implica que la entidad se involucre en fusiones.

12.00 horas, consejo de administración de Caja Granada, en el que su presidente, Antonio Claret García, comunica el inicio del proceso de renovación de sus órganos de gobierno, y que a él mismo atañe, pues deberá dejar el cargo. 13.00 horas, rueda de prensa de los secretarios provinciales de PSOE y PP en la que se anuncia que ya tenían pactado el que será el próximo máximo ejecutivo de esa entidad financiera, Antonio Jara, ex alcalde socialista de Granada.

Fuentes de la caja aseguraban hasta mediados de agosto pasado que la inminente renovación parcial de la asamblea general y el consejo de administración no afectaría a Claret, presidente desde 2001 y que, según los estatutos de la entidad, podría mantenerse en este puesto hasta 2013 (dos mandatos de 6 años cada uno y, por tanto, 12 años en total). Sin embargo, la Consejería de Economía y Hacienda, que tutela a las cajas con sede social en la región, ha sido estricta al aplicar a Caja Granada la interpretación dada a la Ley de Cajas de Ahorros de Andalucía en procesos similares en Cajasur y Cajasol: que el máximo son dos mandatos, con independencia de que la suma de ambos sean doce años o menos, y que tan sólo cabría prolongarlos en el caso de fusiones (durante los dos años del periodo transitorio para cerrar la operación).

El que los inminentes cambios -el proceso comienza ahora pero durará hasta febrero- impliquen la salida de Claret causó ayer sorpresa dentro de Caja Granada, si bien fuentes sindicales y políticas dijeron verla "lógica" a tenor de cómo se había aplicado la normativa financiera autonómica en las entidades sevillana y cordobesa.

De hecho, fuentes de la granadina decían ayer que la renovación se acometía con "normalidad", eso sí, tras admitir que en la caja se trabajaba con la tesis de que Claret fuera presidente hasta 2013.

Cabe recordar que éste siempre se ha mostrado en contra de las fusiones entre cajas de ahorros auspiciadas por la Junta de Andalucía, y ha defendido que Caja Granada tan sólo se embarcaría en este tipo de uniones si fuera ella la que liderara la operación -esto es, que absorbiera y no fuera absorbida-. No obstante, las fuentes políticas y sindicales rechazaron que éste haya sido el motivo de la salida de Claret, y la circunscribieron, pues, al dictado de la ley.

También sorprendió, y mucho, el rápido pacto PP-PSOE para relevar al presidente de la caja granadina, máxime cuando ambos partidos se han acusado, hasta hace poco tiempo, de torpedear el Pacto del Saray, por el que las fuerzas políticas y sindicales de la provincia se unieron para proclamar la independencia de Caja Granada. En la citada rueda de prensa, los máximos dirigentes provinciales de los socialistas, Francisco Álvarez de la Chica, y de los populares, Sebastián Pérez, garantizaron la estabilidad de la caja, que cierra un ciclo brillante de nueve años bajo el mando de Claret y que la entidad no entrará ni a corto ni a medio plazo en procesos de fusiones, sino que mantendrá su clara identidad territorial y su vocación de colaboración con el resto de cajas de ahorros andaluzas.

No en vano, el secretario de Organización del PSOE regional, Rafael Velasco, recordó que su partido hace tiempo que abandonó la idea de la caja única, y que el objetivo ahora es la cooperación entre las tres grandes entidades -Caja Granada, Cajasol y la resultante de la fusión entre Unicaja, Caja de Jaén y Cajasur- en "proyectos de interés para la comunidad", al tiempo que destacó el papel del Banco Europeo de Finanzas -el BEF o banco de las cajas-.

En este contexto, a Claret se le habría ofrecido la presidencia estable del BEF -ahora es rotatoria entre los presidentes de las cajas-, para lo que habría que cambiar sus estatutos, y trasladar su sede social de Málaga a Granada.

Mientras, a IU no le gustó el acuerdo PP-PSOE y dio ayer por muerto el Pacto del Saray. "Se ha firmado su acta de defunción".

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