“Nuestra primera parte ha sido muy buena, pero en la segunda ha dominado el contrario porque nosotros hemos estado muy por debajo de nuestras posibilidades. Me preocupa el nivel de juego de la segunda parte”, confesó Antonio Tapia después de ver cómo sus futbolistas perpetraban en la segunda mitad el peor juego de toda la temporada.
“No hemos controlado el balón y hemos perdido el control del partido. Hemos perdido balones que no debíamos perder, lo que ha provocado ocasiones del contrario. Creo que el problema ha sido la imprecisión. Nos hemos puesto muy nerviosos”, alegó el técnico cordobés, que se quejó precisamente de esa carencia de los suyos: “Estamos en el Betis, un club que tiene exigencia en todos los campos, especialmente en lo deportivo. No podemos ponernos nerviosos, y menos ganando por 1-0, por una pitada. Al revés, eso debe servirnos de acicate”.
El entrenador también explicó el cambio de Sergio García recordando que el delantero había estado “tocado los últimos días”. “Ha hecho un esfuerzo grande y había bajado físicamente. Necesitábamos movilidad arriba”, justificó Tapia, que de todas formas no abundó en el mal juego de su equipo ni advirtió un problema de actitud.
SERGIO GARCÍA, CONTRARIADO. El atacante se mostró contrariado por la mala racha del equipo: "Debemos sumar de tres en tres y no de uno en uno si queremos estar ahí arriba”, advirtió Sergio García después del enfrentamiento con el Real Unión, posiblemente el peor partido que se le recuerda esta temporada.
De hecho, Antonio Tapia decidió mandarlo al banquillo cuando apenas se había disputado un cuarto de hora del segundo tiempo, con el choque aún por decidir. Algo no habitual, en otras palabras. “Es una decisión del entrenador que hay que aceptar. Yo no tenía ningún problema físico”, explicó luego el delantero catalán.
“Nosotros siempre salimos a por los tres puntos, pero esta vez no ha podido ser. Nos hemos encontrado con un buen equipo que ha sido superior en la segunda parte”, reconoció Sergio.
