La asociación sevillana Encuentros y Senderos, inflamada por el espíritu ecológico, por la Navidad y todas esas cosas, acaba de tener un plan que, cuando menos, es digno de ser tomado en consideración: apadrinar arbolitos. Una razón por la que merecería la pena es que de pocas cosas puede uno sentirse tan orgulloso como de patrocinar la naturaleza. Pero hay otras.
La secretaria de Encuentros y Senderos, Magdalena Bautista, cuenta de qué va esta historia: usted pone 6 euros (no al mes, ni al año: una sola vez); con ese dinero, se planta un árbol frutal en una granja ecológica a la que le han echado el ojo en Huelva (Vistalegre, se llama); el arbolito, como es de suponer, se va desarrollando espléndidamente y cada tres meses le mandan a su casa una bonita foto de la criatura: más espigado, con más flequillo, más cargado de hombros... hasta que, por fin, llega la primera cosecha. ¿Y qué saca usted de ese momento? Pues una cesta variada para que dé usted su veredicto sobre el trabajo de su patrocinado y otros como él.
A nadie le puede extrañar que Encuentros y Senderos se haya metido hasta el cuello en difundir esta idea: sus miembros tienen tanto amor por esta tierra que les falta comérsela. Han recorrido sus riscos, sus caminos de cabras; han visto anochecer desde sus manantiales y roquedos y han gastado más botas que el Séptimo de Caballería. Y ahora, además, están preparando una excursión para ir a plantar esos arbolitos el próximo día 9, sábado por más señas. Excursión a la que se recomienda ir a todos los padrinos, para lo cual conviene visitar el blog de la asociación y la web de la granja citada, donde los interesados podrán consultar todos los detalles.
Tras plantar los árboles frutales se recompensará no sólo con todo lo antedicho, sino también, ese mismo día 9, con una comida que se barrunta opípara. Si de paso aprovecha y se apunta a las actividades del club senderista para los próximos meses, entonces sí que tendrá usted madera ecologista.
