Juan Manuel lleva 17 años ordenando aparcamientos en la vía pública. Reconoce que gracias a este oficio ha podido criar a sus tres hijos, después de que un accidente le dejara cojo. Ahora él y otros tantos guardas de la Asociación Sevillana de Inválidos Civiles (ASIC) tienen dificultades para ejercer su trabajo, pues, explican, que son continuamente multados desde que entrara en vigor el plan contra los aparcacoches ilegales o gorrillas.
"Es un acoso. Nos persiguen como si fuéramos delincuentes, llegando incluso a pararnos por la calle para denunciarnos, pues ya nos conocen", añade Vicente Muñoz, subinspector de esta entidad sin ánimo de lucro que nace en 1954 para ayudar a las personas que sufren algún tipo de discapacidad. Cuentan que en el último mes han acumulado 30 multas (a 30 euros cada una). El motivo es siempre el mismo: "por ofrecer aparcamiento en un sitio público", reza en las copias de las sanciones.
Esta semana batieron un nuevo récord. Tres guardas fueron multados en la zona de Puerta Triana en sólo diez minutos. Lo peor, subrayan, viene cuando algunos agentes de la Policía les retiran los tickets "y hasta el carné de identidad", apunta Muñoz. Los integrantes de ASIC insisten en que esta situación se ha generado hace unos meses con el plan antigorrilla: "Nunca antes hemos tenido altercados. Nuestro trabajo ha sido siempre respetado, e incluso, en algunas ocasiones hemos llegado a colaborar con la propia Policía Local, dirigiendo el tráfico cuando se han producido accidentes viales", recuerda Juan Manuel Moya.
Defienden, no obstante, el trabajo de la Policía Local con los aparcacoches ilegales, pero no quieren que les afecte como lo está haciendo: "No somos gorrillas. No vestimos mal, y estamos aseados. Tampoco generamos ningún conflicto. De hecho, todos llevamos uniformes. Normalmente el que van desechando los policías", aclara Moya, quien lanza el siguiente mensaje a las autoridades: "Que nos dejen hacer nuestro trabajo y que multen a los aparcacoches ilegales, pero no a los autorizados".
Para dar cobertura a su actividad, ASIC esgrime un documento de hace 20 años. En él, el delegado municipal de Seguridad de entonces autorizaba a estos guardas a "vigilar estacionamientos en diferentes vías de la ciudad". El permiso iba más allá, y hasta se hacía extensible para las zonas azules, cuando quedaban fuera del horario oficial. "El permiso está aún vigente, no tiene fecha de caducidad. No entendemos por qué se nos trata así. Si además de vigilar los coches que están en la calle, llegamos a cumplir una función social, ayudando a los vecinos más mayores a tirar la basura", sentencia Moya. Han solicitado "en cinco ocasiones" reunión con el delegado municipal de Seguridad pero no han tenido respuesta. Fuentes municipales reconocen, no obstante, la situación de vacío legal de ASIC, pues aclaran que su permiso, al igual que el de los Vovis -los otros aparcacoches autorizados-, está "pendiente de renovación". La plantilla de ASIC la conforman 68 guardas de todas las edades que custodian una veintena de estacionamientos públicos, como Puerta de Triana o el apeadero del Virgen del Rocío, entre otros.
