El Arzobispado de Valencia ha retirado todos los ministerios pastorales, así como la capacidad para oficiar misa, a un clérigo tras una denuncia interpuesta por presuntos abusos a dos adolescentes de 13 y 14 años, según informó ayer a través en un comunicado el Arzobispado valenciano.
El texto subraya que el arzobispo, monseñor Carlos Osoro, siente "profundamente" los hechos denunciados, "que avergüenzan y humillan", y muestra su "confianza" en su "pronta resolución ante los tribunales de Justicia".
De forma paralela, la Guardia Civil confirmó la existencia de una actuación en relación con un caso de presuntos abusos sexuales aunque el Instituto Armado optó por no aclarar si las pesquisas afectan a un sacerdote y si las víctimas son menores, según indicaron fuentes de la Benemérita durante el día de ayer.
El Arzobispado, en su comunicado, también aseguró que, desde el mismo momento en que se tuvo conocimiento de los hechos, al clérigo "se le retiraron todos los ministerios pastorales y se le solicitó que se aleje de la comunidad en la que servía". Igualmente, se le ha rescindido, "de forma inmediata", su relación laboral con la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Además, incidió en que se han seguido "todas las indicaciones que el Santo Padre, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha dispuesto para estos casos". También, Osoro expresó en el comunicado "su total disposición a prestar la ayuda que fuese necesaria tanto a los dos jóvenes afectados como a sus familias".
Según publicó ayer el diario Levante-EMV, el párroco, de 39 años, fue detenido en un municipio de la Ribera Alta acusado de haber abusado sexualmente de, al menos, dos niños. El arresto del clérigo, que ha quedado en libertad y que admitió los hechos en su declaración, se produjo el pasado viernes como consecuencia de la denuncia presentada por las familias de los menores ante la Guardia Civil.
Durante la visita que el Papa giró la pasada semana a Reino Unido, el Pontífice alertó de que existía una gran desconfianza entre la sociedad y los pastores de la Iglesia debido a los escándalo de abusos sexuales, por lo que instó a los obispos a volver a ganarse el aprecio perdido de los fieles, que además dificulta la aparición de nuevas vocaciones.
