Ha regresado a las grandes pantallas el director Guy Ritchie, últimamente más conocido por ser el marido de Madonna, y lo ha hecho, de nuevo, como enfant terrible del cine negro británico con RocknRolla, recibida en su estreno en España con aplausos y carcajadas.
Un público entregado, en el marco del Festival Internacional de Cine de Sitges, entró en el juego propuesto por Ritchie, en una película con un endiablado ritmo, en la que retrata un Londres actual, en plena transformación, y las trifulcas en las que se ven envueltos delincuentes varios y un magnate ruso con nombre, apellidos e incluso cierto parecido físico con el propietario del equipo de fútbol del Chelsea, Roman Abramovitch.
Fuera de competición, ya había avisado hace unas semanas el director del festival, Ángel Sala, que el filme prometía, y no ha defraudado las expectativas creadas.
Acción, humor, situaciones al límite y personajes que no son nunca lo que parecen, esta RocknRolla acerca a Ritche otra vez a sus películas como Snatch, cerdos y diamantes, del año 2000, y que tanta popularidad le reportó, con un Brad Pitt, de boxeador gitano, y Benicio del Toro como ladrón de diamantes. El elenco de actores, en esta ocasión, está encabezado por un creíble y al final tullido Gerarg Butler, rodeado de un Tom Wilkinson inmenso, sin que desmerezcan el resto de ellos: Jeremy Pive, Thandie Newton, Idris Elba y Chris Ludacris Bridges.
En Sitges la película se ha podido ver tras una breve presentación grabada del propio Guy Ritchie, en la que invita al público a disfrutar de ella. Hay quien apunta, asimismo, que ante el posible éxito de RocknRolla en los cines el director inglés ya está pensando en preparar una segunda parte.
