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"Apostar por la Universidad es tener un plan y ejecutarlo, no una formulación de intenciones"

El rector de la Hispalense inaugura el curso con un duro recurso contra la política de la Junta y el Gobierno.

el 29 sep 2012 / 15:26 h.

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La lección inaugural la ha dado la catedrática Pilar León.

Un grupo de alumnos se desgañitaba a las puertas del Paraninfo coreando "rector, escucha, estamos en la lucha" mientras, a tan solo unos metros y rodeado de todo el boato propio del acto oficial de inauguración del curso, el rector de la Universidad de Sevilla plantaba batalla al Gobierno de la Nación y a la Junta de Andalucía. Hubo para todos, incluso para el Ayuntamiento de Juan Ignacio Zoido, al que le pidió "recuperar la senda de la colaboración institucional" (todavía resuenan los ecos de los desencuentros entre el Consistorio y la Universidad a cuenta de la biblioteca del Prado). Con la voz quebrada incluso, Antonio Ramírez de Arellano prometió dejarse la piel "defendiendo de manera convencida la independencia de la universidad pública", una universidad como la que fundó Maese Rodrigo: "para pobres, no para élites y, además, independiente" de los partidos y poderes fácticos que quieren aterrizar en "esta isla de libertad" para utilizar el prestigio de la Universidad "como pista de aterrizaje para políticos más o menos venerables. Ni más ni menos de lo que ha ocurrido en otros ámbitos del sector público".

Antonio Ramírez de Arellano ha sido el primero de los rectores andaluces en levantar la voz contra la actitud de la Junta ante la "delicadísima situación de tesorería" que padecen las universidades. Los impagos suman 750 millones de euros (se han adelantado solo 25 millones que son "insuficientes", ya que no cubren ni el dinero que se dejó de pagar el mes pasado por las nóminas, según la Hispalense). Este, aclaró el rector, "no es dinero que hayamos gastado de más, sino que estaba presupuestado y comprometido". Por eso, y teniendo en cuenta que la mitad de esa deuda afecta a pequeños proveedores, "si el Gobierno andaluz no resuelve o despeja de forma urgente nuestra delicadísima situación de tesorería las consecuencias serían irreparables", avisó Ramírez de Arellano ante la atenta mirada del secretario general de Universidades, Francisco Triguero. No fue éste el único reproche que tuvo que escuchar el representante de la Junta. El rector de la Universidad de Sevilla reclamó a la administración andaluza, pero también a la nacional, que su "apuesta" por la educación superior "deje de ser una desiderata, una formulación de intenciones, para convertirse en una auténtica realidad. Apostar por la Universidad es tener un plan y ejecutarlo. Apostar por la Universidad no es depositar una ficha en la ruleta con la esperanza de que salga rojo o negro, sino considerarla una de las prioridades". Minutos antes, el secretario general de Universidades había aludido en su discurso a la "grave situación financiera" que padece Andalucía como el resto de España pero sin mencionar el frente abierto con las universidades en materia de financiación. Sí que sostuvo la necesidad de seguir invirtiendo en I+d+i como única fórmula para salir de la actual situación de crisis.

Pero volvamos al discurso del rector que, por momentos, recordó a los mensajes lanzados por el movimiento 15M. Ramírez de Arellano, aludiendo al filósofo y sociólogo Zymunt Bauman, sostuvo que "el poder se ha deslizado desde los parlamentos hacia el mercado. Son los agentes del mercado los que deciden qué es lo urgente. Parece más importante salvar a las entidades financieras que en activar políticas que ayuden a las pequeñas y medianas empresas". Estas palabras le sirvieron de preámbulo para expresar un temor cada vez más "cierto y cercano": que los rectores "no seamos universitarios elegidos democráticamente por universitarios". Este peligro, al que "mostraremos nuestra leal oposición", se sumaría, alertó el rector, al de perder, como consecuencia de los recortes, "el modelo público que ha propiciado el colosal avance en nuestro país en materia universitaria". "Me preocupa y me indigna que para justificar los recortes se recurra a descalificaciones globales. Desde algunos sectores se nos ha dibujado un escenario desolador en el que se asegura con inaudita osadía que sobran universidades y que encima el sistema público es ineficiente y resulta caro".

Ramírez de Arellano hizo un llamamiento a su comunidad universitaria, a la que prometió "máximo grado de diálogo y consenso con todos", para que se esfuerce en mantener la cohesión y en comprender los esfuerzos que realizan "todos los integrantes de la Universidad". A los estudiantes les pidió que no "desaprovechen" ni "dilapiden" los recursos que la sociedad pone en sus manos "en tiempos de penurias generalizadas". Una vez terminado el acto, y preguntado sobre la posibilidad de un nuevo paro académico del 12 al 16 de noviembre, recordó que los derechos y libertades deben usarse "de forma responsable". Ramírez de Arellano, que dijo no tener constancia oficial de esas movilizaciones, les mandó un mensaje directo a los que ayer de manifestaron: "El primero que está en la lucha es el rector".

El máximo responsable de la Universidad de Sevilla aprovechó el final de su discurso para alertar de que "las restricciones económicas pueden dificultar que se desarrolle en su plenitud" el programa de Gobierno. La docencia y la investigación serán las partidas prioritarias; en infraestructuras, "nuestro ritmo se adecuará a las disponibilidades económicas de cada momento". En cualquier caso, sentenció el rector, "soy consciente de que se avecinan nuevos sacrificios. Pero estamos preparados para afrontar las emergencias que se presenten. El futuro se conquista con ideas, no con dogmas, no con eslóganes huecos. Esa debe ser nuestra esperanza".

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