Cofradías

Apoteosis en el Maestranza

La frescura del joven pregonero Francisco Javier Segura encandiló al Auditorio del teatro sevillano

el 17 mar 2013 / 15:15 h.

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Francisco Javier Segura es el pregonero de la Semana Santa 2013 de Sevilla. Francisco Javier Segura durante el pregón. "Ea, pues ya sólo queda que haga un Domingo de Ramos bueno para empezar con buen pie la Semana Santa!". Carlos Bourrellier, presidente del Consejo, respiraba aliviado y más que satisfecho camino del almuerzo en el Alcázar. "Ya tocaba". Acababa de asistir al más grande derroche de facultades, dominio del escenario e ingenio que se recuerda en el atril del Maestranza en los últimos años. De Rodríguez Buzón para acá -y ya ha llovido- muy contados pregoneros habrán estado más cerca que Francisco Javier Segura de rozar con los dedos la gloria de igualar la proeza del poeta ursaonense y salir del teatro en hombros. El alevín de todos los pregoneros que en la historia han sido logró que las 1.800 butacas del Maestranza vibraran al unísono de emoción con una pieza literaria brillante, atrevida, fresca, con chispa, medida en el tiempo, plagada de versos populares, con dosis de humor y capaz de mantener en vilo la atención del auditorio de principio a fin. Vino nuevo en odres viejos. Una alocución, que, aunque ajustada a los moldes más clásicos de la prosa edulcorada y el romance, aportó un soplo de aire fresco y originalidad por su desbordante puesta en escena, su fuerza declamatoria, la valentía de algunas de sus reivindicaciones y planteamientos y su coqueteo con las redes sociales. Un pregón, al fin, distinto, actual, con pellizco, gracias al cual los cofrades sevillanos volvieron ayer a reconciliarse plenamente con un modelo de anuncio literario que había naufragado en los últimos años carcomido a veces por la polilla, otras por el exceso de carga política en el mensaje y alguna por la palmaria desconexión con el mundo de las cofradías del que hizo gala el orador. A sus 27 años, este profesional de los pregones -cuyo descubridor y cirineo ha sido el consejero de Glorias, Andrés Martín- dejó ayer a media ciudad estupefacta por su apabullante serenidad y sobradas dotes a la hora de afrontar un encierro como el de la mañana del Domingo de Pasión en el Maestranza. Prueba de su pasmosa tranquilidad es que a la hora en que otros pregoneros se encierran en soledad con el rostro desencajado cual coletudo que se enfrenta a portagayola a la puerta de toriles, este licenciado en Historia del Arte se divertía en camerinos tuiteando con su móvil y acariciando las teclas de un piano al que le arrancó notas de Estrella Sublime oVirgen del Valle, para luego coronar su privada actuación interpretando el himno de la Divina Pastora de Barquisimeto. Un pregonero prodigio, que se llama. Luego de escuchar el chimpún de Amarguras y de recibir la bendición del arzobispo, Francis Segura arrancó su disertación soltando a bocajarro un término arameo, Effetá, sobre cuyo significado -un antiguo rito de abrir los oídos y la boca que se practica sobre los bautizados- el pregonero ya había advertido que encerraba un claro mensaje a los cofrades. "(...) Effetá para Sevilla/ Effetá Semana Santa. ¡Todos los Cristos mi Cristo/ con mi Cristo de las Almas!".Ya en los primeros compases, el pregoneró aprovechó para agradecer al Consejo "la valentía de poner a un joven cofrade como yo en el estrado". Intercalando largos y cuidados romances con una prosa breve y efectista, a lo largo de su discurso fueron apareciendo mensajes y llamadas de atención a los cofrades: "Hay que aprender a rezar y hay que aprender a formarse como cristianos. Y para ello hay que dejar de mirar la corteza barroca de la cofradía y remar más adentro"; la invitación a prestar "protagonimos a la liturgia de los días santos, de la cual un cofrade no puede desentenderse como si olvidarse de los oficios fuera su característica singular"; o la más llamativa, mostrando su rechazo a la "desunión en las hermandades" y a la existencia de "comisarios episcopales porque falle la fraternidad". "Quiero un Dulce Nombre más dulce que nunca sin tribunales de Anás entre hermanos, no quiero que San Esteban provoque más Desamparados". Momento del pregonero tras el pregón. Momento del pregonero tras el pregón. No hubo tiempo en el pregón ni para bostezos ni para distraerse. Desprovisto de un hilo conductor definido, Segura fue llevando al auditorio de aquí para allá en un recorrido a saltos por la nómina de la Semana Santa sin orden cronológico. Enseguida se vio que el orador, hombre versado en el género pregoneril, quería aportar nuevos aires a su puesta en escena, y tan pronto golpeaba con los nudillos la madera del atril para simular los tres golpes de llamador, que colaba en un poema la onomatopeya de las trompetas que introducen la marcha Silencio Blanco (Tá, tá, tá...). Hasta risas arrancó en varias ocasiones del auditorio, con guiños a las preguntas insistentes en la Semana Santa, como la de "chiquillo que pregunta en el Santo Entierro: Ésta cuál es?", y especialmente con su invitación al Herodes de la Amargura a salir de costalero en su cofradía: "Herodes... ay este Herodes.../ ¡qué torpe eres miarma!/Ve a buscar a Villanueva,/ pídele sitio en la alta/ seguro que a la primera/ no encuentra otro... y te iguala!". Pero no todo fue efectismo. El pregón de Segura se recordará especialmente por varios pasajes memorables, dignos de la mejor antología del género. Como el del negrito pedigüeño, en el que el pregonero encontró el rostro del Gran Poder: "Gran Poder de los hambrientos/ Gran Poder de los avaros/ Gran Poder de lo que piden/ echarse a la boca algo/ Gran Poder de los que sufren/ con la tragedia del paro (...)". O uno de los más emotivos de su pregón, cuando invitó al auditorio a tuitear mensajes de apoyo por aquellas personas que conocemos que sufren por cualquier enfermedad, como lo hiciera él mismo a través de la palabra para trasladar ánimos a su amigo Guille, hijo del fallecido hermano mayor de Los Javieres, Jesús Gutiérrez, logrando que el hastag #ÁnimoGuille fuera trending topic en Sevilla; o la prodigiosa reivindicación de que "las vísperas son también Sevilla" que realizó este joven pregonero bautizado en San José Obrero y en cuya parroquia se acercó por vez primera al mundo de las cofradías. ¿Alguien da más? Los entresijos de su elección. El pregonero no esquivó en su alocución asuntos tan espinosos como la dimisión de Adolfo Arenas o el debate sobre la renovación del pregón: “El pregón había nacido también en la renuncia de Adolfo Arenas (a quien siento cerca a pesar de la humildad. la grandeza y la caballerosidad que ha desmostrado al dejar de acompañarme) y también, dicen, en la renuncia del Vicemayoral Carlos Amigo a pronunciarlo”... “Me uno a las voces que piden una renovación del pregón, un cambio de escenario, una ampliación del aforo para que, con menos diferencias, todos los que quieran puedan asistir”. La mención al Papa Francisco y a la "Iglesia dormida". Fue uno de los pasajes que el pregonero terminó de pulir casi en las vísperas del Domingo de Pasión. El nuevo Pontífice también se asomó al pregón de la Semana Santa de Sevilla: “El Papa Francisco viene/ con el blanco de lo humilde/ para curar las heridas/ viene a que se estigmaticen/ con San Francisco de Asís/ las heridas infelices./ ¿Que no es tan joven? ¡No importa!/ lo que importa es que nos guíe/ por la senda de la fe/ y que hacia Cristo encaminen/ su vocación y destino/ los que perdidos se miren (...)”. Segura fue valiente al invitar, en presencia del arzobispo Asenjo, a la “Iglesia dormida” a despertar y abandonar del “letargo en el que vive”. Los nombres del pregón. El de Segura fue un pregón dinámico y vivo, con referencias a algunos asuntos de actualidad (como el “hundimiento paulatino de la iglesia” de Santa Catalina o la renuncia de Benedicto XVI) y por el que desfilaron varios nombre propios, caso de la pintora Nuria Barrera, el imaginero Nani Aguado, capataces como Vizcaya y Antonio Santiago, vestidores como Pepe Aguilar y Bejarano o hasta el presidente del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez. Entre los que nos miran ya desde el cielo, citó al ex hermano mayor de Los Javieres, Jesús Gutiérrez, y al querido Padre Víctor, director espiritual durante años de su hermandad de San José Obrero.   "Aquí estamos los jóvenes". Otro de los pasajes más aplaudidos del pregón, enmarcado en la JMJ madrileña, fue el dedicado al colectivo de los jóvenes, “Cachorros de un nuevo mundo” que se entregan por completo en su hermandad. “Somos jóvenes cofrades,/ no nos da miedo el peligro,/ de subir a los altares/ o bajar a lo escondido. Cristos jóvens que somos/ Cachorros nuevos de Cristo”. La barroca presentación de Gregorio Serrano. El delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, se empló a fondo en la presentación del pregonero, al que definió como un “joven sobradamente preparado”, desplegando una faena muy medida en el tiempo y de corte barroquizante en la que no faltaron los “cieles celestes” el “azul Purísima”, y los “milenarios naranjos”. Citó al cardenal Bueno Monreal cuando se refirió a las imágenes como “un estímulo, una ayuda para acercarse a Dios” y tomó prestadas las palabras de Juan del Cid cuando en 1956 describió la Semana Santa de Sevuilla como “la fiesta más hermosa de todo el mundo cristiano”. Con los himnos que cerraron el programa del pregón, Vicente Benlloch, clarinete de la Banda Municipal, se jubiló ayer a sus 64 años después de más de tres décadas en esta formación. La Banda que dirige Francisco Javier Guitérrez Juan acudió ayer al foso del Maestranza de manera oficial y reforzada con cinco músicos después de que el Ayuntamiento ordenara por mandato una relación de los actos institucionales y de ineludible cumplimiento en los que esta formación deberá participar a lo largo del año, entre ellos, su participación en los Oficios del

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