Jóvenes al día

Apoyo a las víctimas más inocentes de la crisis

La ONG Una Sonrisa Una Ilusión ofrece apoyo a familias con menores a su cargo que tienen necesidades.

el 08 nov 2014 / 08:00 h.

Leche, galletas, pan de molde, pasta, arroz, pastillas para hacer caldo, garbanzos, judías y zumo. Esta podría ser la lista de la compra de cualquier familia de este país, pero no es el caso. Se trata de una bolsa de ayuda que, cada vez que es posible, la ONG Una Sonrisa Una Ilusión (USUI) entrega entre familias con menores a cargo y que sufren apuros económicos. En esta ocasión el reparto se llevó a cabo entre algunas familias del barrio de La Pañoleta, en Camas. bin_33149350_con_16399928Esta ONG, nacida hace poco más de un año, parte de la experiencia personal de su fundador, Felipe González, quien sufre, en sus palabras, «una situación injusta que me hace vivir separado de mi hijo de siete años». En este contexto de frustración, Felipe decide crear una agrupación con la ayuda de otras personas, que da como resultado su registro como ONG destinada a la defensa integral del menor. Y para eso se apoyan en proyectos de sostenibilidad y desarrollo infantil en sectores necesitados a nivel no sólo nacional, sino internacional. «El proyecto de Una Sonrisa Una Ilusión nace de la esencia más poderosa que tiene el ser humano, ayudar y ser ayudado», explica su fundador. Además destaca que el germen de vida de esta tiene calado en muchas familias que están necesitadas y requieren estar unidas para protegerse y ayudarse: «Una Sonrisa Una Ilusión está compuesta por familias humildes que ayudan a otras personas necesitadas, surgiendo con un fin solidario. Cuando familias necesitadas se unen a otras familias afectadas por la pobreza y riesgo social, se genera una base de sociabilidad y ayuda humanitaria que nos nutre en lo más hondo de nuestras almas». La proyección internacional de esta ONG pasa por vínculos de hermanamiento con otra agrupación de ayuda al menor en Argentina: «Mantenemos nexos de unión y colaboración con organismos estatales, servicios sociales y otros órganos destinados para la ayuda de los menores en este país, con idea de ayudarnos mutuamente». Una Sonrisa Una Ilusión tiene un trasfondo profundo que no discrimina entre razas, sexos, culturas, religiones, etc. «Todos necesitamos unirnos para defendernos y proteger a nuestros hijos», expone. Felipe plantea que dejando a un lado los valores y la misión por la que cada día se mueven, no sólo se nutre de los apoyos y el compromiso de los voluntariados, sino que necesitan apoyos económicos y productos tangibles. Desde su web, cada persona que así lo desee puede realizar una donación de un euro al mes a través de ingreso en su cuenta bancaria o mediante telepago por internet (con tarjeta). La ONG garantiza que todo lo recaudado por este medio está destinado de forma exclusiva a su obra social centrada en la infancia. Una Sonrisa Una Ilusión plantea además una forma de colaborar basada en el principio de cadena de favores: «A través de nuestro proyecto de Tarjeta Solidaria USUI. Por una donación de 20 euros al año, obtienes un carnet con tus datos personales impresos por validez de un año. Al presentarlo en los establecimientos previamente adheridos obtienes un descuento comercial acordado previamente con nuestra asociación. Nosotros a cambio ofrecemos a estos comerciantes un servicio gratuito de publicidad en nuestra aplicación para móviles». Felipe argumenta que de este modo todos contribuyen a la ayuda y promoción del otro (empresas, ciudadanos y personas necesitadas) y desde la ONG pueden seguir adelante con la labor humanitaria de los niños necesitados. Esta aplicación puede ser descargada en plataformas para iPhone y Smartphone, insertando en el campo búsqueda las palabras «ong usui». Otra de las formas de conseguir apoyo económico es el proyecto llamado Baloo, consistente en la construcción de un futuro centro de atención infantil donde poder compaginar actividades de ludoteca con la intervención de especialistas que cuiden y vigilen a niños con problemas de tipo psicomotor o cualquier otra alteración. Además, Felipe revela que los niños con escasez de recursos podrán acudir de forma gratuita a este espacio de ocio. «Colaborar con nuestra ONG va mucho más allá del hecho de ayudar, es una forma de vida. Si todos nos unimos con un carácter más altruista, podríamos hacer de nuestro mundo un lugar mucho mejor para nuestros hijos», concluye.

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