Aunque públicamente se pretenda aplazar la batalla orgánica de las listas electorales hasta mediados de 2010, tanto el PSOE como IU llevan meses con el debate encima de la mesa sobre quién será su cabeza de lista en 2011, y sobre todo cuál será la estrategia para cambiar una imagen algo denostada del Gobierno local que admiten los responsables de una y otra formación. El desgaste y el tiempo son los principales lastres de los dos máximos dirigentes del Gobierno local. Alfredo Sánchez Monteseirín tiene su imagen cada vez más deteriorada, según las encuestas, lleva ya tres mandatos consecutivos y el sector que promueve el cambio en la Alcaldía es cada vez más grande en su partido. Antonio Rodrigo Torrijos, por su parte, afrontaría su tercer mandato. El prohibido según los estatutos de IU que abogan por una renovación continua en los cargos públicos -aunque luego no siempre se aplique, y ahí están casos como Juan Manuel Sánchez Gordillo-, salvo si se somete a votación y lo respalda el 60% de las bases. Ayer, en medio de este escenario, dos voces expresaron, al menos públicamente su respaldo a repetir dentro de dos años el cartel electoral de 2007.
En el PSOE fue el portavoz del grupo municipal socialista y delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien habló. Su nombre es uno de los que está sobre la mesa ante una más que presumible renovación. Pero aún no está formalmente planteado y se enfrentaría a un sector del partido que quiere una renovación profunda, no que parta del mismo equipo de Monteseirín. Ayer, mostró su respaldo al regidor, eludiendo incluso la línea marcada por el alcalde y por la dirección provincial en las últimas semanas: no se habla de candidaturas hasta 2010 para evitar una batalla prematura. "Alfredo está con mucha ilusión y cargado de energía. Será el candidato para los próximos cinco años y ahí me va a encontrar el partido. Ésa es mi apuesta personal", indicó Gómez de Celis quien se desmarcó de las palabras pronunciadas sólo un día antes por el ex alcalde Manuel del Valle, quien instó a limitar a dos los mandatos de un alcalde: "Son los ciudadanos los que deben poner límites y los que ponen o quitan los regidores".
Ocho años. Ése es precisamente el límite que oficialmente marcan los estatutos de la federación de izquierdas no sólo para un regidor, sino para cualquier cargo público. Para pasar a un tercero, hay que someter la propuesta a votación entre las bases de la ciudad. Y ahí es dónde precisamente hay movimientos desde hace meses, no tanto de Torrijos personalmente, como del sector del PCA en el que se apoya. Las grietas internas ya desembocaron incluso en la violenta dimisión de Jon Ander Sánchez.
Ya entonces, el coordinador regional, Diego Valderas, dio su respaldo a Torrijos frente al delegado dimitido. Y ayer lo volvió a hacer. La dirección andaluza está dispuesta a aceptar la tercera candidatura del primer teniente de alcalde, y si el resultado de las próximas elecciones se mantiene igual o mejora también reeditaría el pacto de progreso con el PSOE. Valderas, en un desayuno con periodistas parlamentarios, respaldó la gestión de su formación en la capital, a la que atribuyó las políticas de izquierdas que se han llevado a cabo en la ciudad. Para él, a poco más de un año para las municipales, Torrijos es el hombre con más fuerza para la Alcaldía, siempre que cuente con el respaldo del 60% de las bases de la ciudad.
Para Valderas, estos seis años no han supuesto un desgaste, ni siquiera por los escándalos que han afectado a la gestión, como Mercasevilla: "IU no va a perder su espacio. Esto no tiene coste para nosotros". Las encuestas hasta ahora lo corroboran. IU obtendría al menos tres ediles.