El Ayuntamiento de Cádiz ha concedido la licencia para la construcción de un chiringuito junto a la playa de la Caleta, que incumple el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que cataloga esta zona como espacio libre. La estructura del establecimiento, que pretende funcionar a partir de septiembre como bar y cafetería, es permanente a pesar de que la normativa municipal sólo permite recintos desmontables.
Este documento limita además a 20 metros cuadrados la superficie construida. Aún así, según consta en pliego de condiciones del proyecto, adjudicado a la empresa Sabor de Cádiz, se alcanzan los 71 metros cuadrados. Con estas limitaciones se pretendía liberar a esos suelos de una estructura que dificultara la visión del paisaje de la playa y del Castillo de Santa Catalina. Por este motivo, este quiosco, que ya está casi terminado, ha despertado ya las quejas de las asociaciones de vecinos.
La oposición ha denunciado este incumplimiento por parte del equipo de gobierno, del PP, y exige que se actúe conforme a la legalidad. El PSOE anunció el jueves que llevará este asunto al próximo Pleno. "Vamos a pedir que se cumpla con la normativa porque si no nos vamos a convertir en una ciudad ilegalmente construida", señaló Natalia Álvarez, edil socialista.
El portavoz de IU, Sebastián Terrada, expresó su temor ante la gestión urbanística que se está desarrollando en Cádiz. "Se están haciendo cosas que no me gustan nada y parece que Teófila Martínez está haciendo de la ciudad lo que le da la gana", explicó. El delegado de Urbanismo, Ignacio Romaní, se negó a dar su versión sobre estos hechos.
