La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, ha dejado clara en una entrevista concedida a El Correo la apuesta del Gobierno andaluz por una gran caja andaluza fruto de la fusión de Cajasol con la recién nacida Unicajasur. En un nuevo escenario que parece destinado a dejar atrás los localismos que han lastrado hasta el momento el mapa financiero andaluz, la responsable de Economía rechaza cualquier presión de la Junta sobre las entidades financieras, pero no pierde ocasión de expresar sus preferencias: "A mí lo que más me va a gustar es que se busquen alianzas dentro de la comunidad, lo tengo claro, es lo que prefiero", respondió en relación a la posibilidad de que Cajasol pudiera fusionarse con las cajas extremeñas. Centrando el debate siempre en clave andaluza, Aguayo reflexiona sobre la situación de las cajas y, pese a que estas mismas admiten que el papel de la consejera en la fusión de Unicaja y Cajasur ha sido clave a la hora de facilitar los pasos, concluye que lo que ha impulsado y sigue propiciando los cambios en el mundo financiero ha sido la crisis y no la presión de las administraciones. La tormenta desatada en un sector que hasta ahora navegaba "en aguas tranquilas" ha sido el detonante de una reestructuración necesaria y conveniente, y, pese a que el presidente Griñán ha dado el visto bueno a emprender fusiones con otras comunidades "siempre que sea desde la fortaleza y no desde la debilidad", la Junta hace bien en expresar sus preferencias de una red financiera eminentemente andaluza en lo que a las cajas se refiere. Y ello cobra mayor valor cuando sus predilecciones se expresan desde el más escrupuloso respeto a la autonomía de los órganos de gobierno de las entidades, que son en última instancia los protagonistas y responsables de sus trayectorias. La Junta ha de velar, por su parte, por que cualquier proceso que se emprenda sea siempre el más correcto y redunde en beneficio de la comunidad.
