"Yo estaba fuera, limpiando las mesas tranquilamente, más o menos al mediodía, cuando una mujer bajó dolorida con una puñalada en el vientre". Es el relato de los hechos que hacía ayer Antonio Romero, dueño de la cervecería La Ola, que está situada al lado de una vivienda cuyo ocupante, C.V.P. de 59 años, apuñaló presuntamente a su hermana, a su cuñado y al cerrajero cuando iba a ser desalojado de la misma. "En ese momento la atendí como pude y llamamos a la ambulancia, que tardó en llegar más de media hora", prosiguió todavía consternado.
La víctima, que fue trasladada al hospital Virgen del Rocío con pronóstico reservado, había conseguido demostrar -tras un larga disputa por una herencia- que es la propietaria de la vivienda, situada en el número 1 de la calle Santander de San Juan de Aznalfarache, y había acudido ayer por la mañana con su marido, el cerrajero y varios representantes de los juzgados para proceder al correspondiente desahucio. Pero, según apuntaron fuentes de la investigación, C.V.P. los recibió con un cuchillo en la mano con el que consiguió apuñalar a los tres, mientras que los miembros de la comisión de los juzgados resultaron ilesos, aunque sufrieron una crisis de ansiedad por la situación.
El individuo fue finalmente detenido por la Policía Nacional, en una operación en la que también participaron policías locales, y ayer se encontraba declarando en la comisaría a la espera de su puesta a disposición judicial. La Policía Nacional le atribuye un presunto delito de lesiones.
Fuentes del servicio de emergencias del 112 informaron a la agencia Europa Press de que los hechos tuvieron lugar en torno a las 10.30 horas en dicha vivienda, que el detenido ocupaba a pesar de que la herencia dictaba que el inmueble pasaba a ser propiedad de su hermana.
En la cervecería, otros ciudadanos comentaban los hechos, bastante sorprendidos porque muchos ni se habían enterado. De hecho, inicialmente se pensó que podría tratarse de un caso de violencia de género.
