De una experiencia dramática a un negocio exitoso y de ayuda social. "He transformado mi sufrimiento en algo productivo, le he dado la vuelta y lo he convertido en positivo". Ana Bella Estévez cuenta así cómo pasó de ser una mujer maltratada y separada con cuatro hijos a ser una empresaria modelo. "Decidí ayudar a otras mujeres que, como yo, se habían visto en la calle".
En 2003, con tan sólo 29 años, esta joven comenzó a acoger a otras mujeres en su propia casa, les ayudó a encontrar trabajo y resultado de esta labor social le fueron concediendo numerosas subvenciones. "Empezamos de la nada, pero decidí solicitar ayudas y nos fueron concediendo algunas de ellas". Fue el proyecto Gaya, de la Fundación Red Andalucía Emprende, el que le dio el empujón final a Ana Bella para crear su fundación.
A partir de ahí, "las ayudas fueron llegando y compramos una furgoneta, alquilamos tres casas de acogida y pudimos contratar a mujeres para trabajaran en la propia fundación". Hoy, casi seis años después de aquello, son muchas las mujeres que han encontrado en Anabella una solución a sus problemas. "Les asesoramos, les buscamos trabajo de jardinería, de limpieza y de regalos". Incluso han creado una tienda de comercio justo en Mairena del Aljarafe.
A pesar de su éxito actual, la creadora de esta fundación reconoce que han tenido "muchos fracasos pero no hay que decaer". Lo fundamental para esta emprendedora es "que te guste lo que haces, no perder la ilusión ni las ganas y si se cierra una puerta llamar a mil más; al final, seguro que hay alguien que te presta ayuda". Con la solidaridad por bandera, esta sevillana ha vencido en el combate contra la crisis.
