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Cofradías

"Aquí estoy para serviros"

Gómez Sierra recibe la ordenación episcopal en la Catedral de manos del arzobispo Asenjo

el 26 feb 2011 / 19:32 h.

"Aquí estoy para serviros (...) Lo que soy y lo que tengo, todo es vuestro". Sevilla cuenta desde ayer con un nuevo obispo auxiliar. Arropado por casi una treintena de obispos, del nuncio de Su Santidad y de casi 400 sacerdotes, amén de por sus padres, sus hermanos y numerosos paisanos de Madridejos, su patria chica, y de Córdoba, diócesis de procedencia, el toledano Santiago Gómez Sierra recibió ayer en la Catedral hispalense su ordenación episcopal como obispo titular de Vergí y auxiliar de Sevilla de manos del arzobispo sevillano Juan José Asenjo.


En el transcurso de una larguísima y solemne ceremonia, plagada de ritos seculares, Gómez Sierra ingresaba en el colegio episcopal investido de un gran espíritu de servicio: "Mi propósito es trabajar, bajo la guía de nuestro arzobispo, para que el Pueblo de Dios que camina en esta Iglesia particular de Sevilla siga amando, como lo hace, al Papa y aprecie su magisterio".


Hacía 41 años que la Catedral de Sevilla no era testigo de un acontecimiento eclesial de estas características, como se encargó de recordar en su homilía el arzobispo Asenjo. En aquella ocasión, corría el 17 de mayo de 1969, fueron consagrados por el cardenal Bueno Monreal como obispos auxiliares de Sevilla monseñor Antonio Montero Moreno, hoy arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, y el ya fallecido Juan Antonio del Val Gallo, que abandonaría Sevilla dos años después, en 1971, para regir la diócesis de Santander.


En su primera alocución como nuevo obispo auxiliar de Sevilla, Gómez Sierra admitió ser consciente de que recibe el ministerio episcopal "en unos tiempos que no son fáciles para la Iglesia. Se extiende el horizonte de la superficialidad y de la indiferencia religiosa en la vida de muchas personas, crece la increencia y el secularismo, es frecuente la ridiculización de la Iglesia y hasta la persecución de los cristianos, que en bastantes países se juegan la vida por su fe". Ante esta coyuntura, "la respuesta realista y esperanzada de la comunidad cristiana no puede ser otra que la evangelización, la cual constituye la razón de ser de la Iglesia y la tarea del obispo", subrayó.


Gómez Sierra agradeció a los cardenales y obispos presentes en la ceremonia "la acogida fraterna" que le han dispensado, "empezando por nuestro querido cardenal Amigo, que después del arzobispo fue el primero que me manifestó su satisfacción al saber que vendría a trabajar a esta Iglesia particular, objeto de sus desvelos pastorales durante tantos años", señaló.


Con sus padres, Angelita y Julián, y sus hermanos, Ángel y Victoria, observándole desde el primero de los bancos, el nuevo obispo tuvo palabras de especial afecto hacia su familia y paisanos de Madridejos. "Todos nosotros compartimos raíces que nos alimentan, y hay una superior a todas: la devoción al Santísimo Cristo del Prado, cuya cruz he querido representar en mi escudo episcopal".


Ordenado sacerdote en Córdoba en 1982, Gómez Sierra había desarrollado hasta ahora todo su ministerio sacerdotal en la diócesis califal, a la que, reconoció, "le debo todo". "Las parroquias de Alcolea y del Barrio de los Ángeles, la parroquia de la Trinidad, el Seminario, CajaSur y la diócesis entera han marcado mi alma humana y sacerdotal", confesó.


Previamente, el arzobispo Asenjo agradeció al Papa el haberle concedido un colaborador para servir a la Iglesia de Sevilla "como ella merece ser servida" y recordó al recién ordenado que el fin último de todo ministerio en la Iglesia es "ser servidor abnegado del pueblo que se nos confía".

Exigua representación institucional. Se desconoce si debido a la desbandada festiva por el puente o por el reciente pasado como presidente de Cajasur del nuevo obispo. Lo cierto es que en la ceremonia de ordenación episcopal de Gómez Sierra, la representación institucional del Gobierno local y de la Junta de Andalucía fue  exigua. El edil de Innovación del Ayuntamiento hispalense, Juan Antonio Martínez Troncoso, ostentó la máxima representación del Consistorio, a la que se sumaron el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, y otros cuatro ediles populares. Sí ocupó un lugar destacado el líder del PP andaluz, Javier Arenas.    


La imagen de la Virgen de la Granada presidió el altar del Jubileo, escoltada por los santos Isidoro y Leandro. Durante la ceremonia, el nuevo obispo recibió los instrumentos episcopales: libro de los Evangelios, anillo, mitra y el báculo pastoral, regalo personal de Asenjo realizado por los hermanos Marmolejo. 

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