Para los niños, para los ancianos, para los intelectuales, para los aventureros, para los artistas, para los melómanos, para los cinéfilos, para los que quieren descansar, para los que quieren aprender, para los que no quieren parar... Como la Coca-Cola Light en aquel anuncio con acento argentino, Sevilla es, más que nunca, para todos. La oferta cultural para este verano en tierras hispalenses es la más amplia de los últimos años. Se quiere atraer al de fuera pero también divertir al de aquí. Por eso no hay ni un solo día de julio o agosto en el que el programa de ocio se quede vacío. No sólo hay que irse a los parques de atracciones o a las playas, que también, sino que en cada rincón de la ciudad y en cada momento hay algo que hacer.
Así, los monumentos y edificios cargados de Historia e historias se convertirán en escenarios efímeros para acoger grandes obras... En la Facultad de Bellas Artes volverá a andar Bécquer; por el Corral del Cura de Triana se paseará el Avaro de Moliére; y el teatro de Calderón y su Dama Duende disfrutarán del fresco por los Jardines de la Buhaira. Habrá otros, como los reales Alcázares, que se vestirán de auditorios clásicos gracias al ciclo de Noches en los Jardines del Alcázar o espacios míticos, Itálica, donde la danza dará vida a esas históricas piedras. La Maestranza o el Rectorado se suman con un completo cartel a estos escenarios.
Un lugar emblemático como el monasterio de la Cartuja unirá a sus opciones artísticas experiencias alternativas musicales como Nocturama. El deportivo Estadio Olímpico también ubicará sobre su césped los escenarios donde actuarán The Peche Mode -el 12 de julio- o Bruce Springteen -el 28 de julio-. Y si en lugar de música se prefiere cine, el patio de la Diputación se convierte en la mejor sala cinematográfica con los últimos estrenos.
Pero para los que, además de por la noche, quieren divertirse durante el día, también hay opciones. Los paquetes turísticos de Refréscate en verano unen visitas culturales y entradas a parques temáticos como Isla Mágica o Aquópolis. Y si la diversión le ha dejado agotado podrá descansar en tierras sevillanas. Unos baños árabes en pleno barrio de Santa Cruz, una siesta en algunos de los hoteles más singulares de la ciudad o salir de compras por las tiendas más conocidas para reponer las pilas. Como colofón, estos paquetes de ocio ofrecen una copa junto al Guadalquivir y exquisitas tapas de la ciudad al mejor precio.
