Las monarquías de Arabia Saudí, Kuwait y Bahréin se distancian del régimen sirio y llaman a consultas a sus embajadores. El monarca saudí calificó de "inaceptables" los incidentes de Siria en unas declaraciones difundidas por Al Arabiya en las que pide el fin del derramamiento de sangre en el país. "Lo que está ocurriendo en Siria no es aceptable para el reino de Arabia Saudí. No hay justificación para el derramamiento de sangre en Siria , y lo que está pasando no tiene nada que ver con la religión o la ética. El liderazgo sirio debe poner rápidamente en marcha reformas profundas", manifestó.
De forma similar se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores kuwaití, el jeque Mohammed al-Salem al Sabá, al anunciar la decisión de llamar a consultas a su embajador en Siria en respuesta a la situación en el país, donde el Ejército continúa con la ofensiva contra la oposición. El ministro informó además de que los ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo se reunirá para analizar la situación en Siria.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Bahréin, Jale al Jalifa, también anunció ayer que retirará a su embajador en Damasco.
