Luis Aragonés, entrenador de España, manifestó que podría ser, en caso de derrota, el último que dirija al frente del equipo nacional. A su juicio, "los jugadores van a morir en el campo con tal de ganar".
"Tengo un grupo que se merece de una vez por todas que se corte con el problema que tenemos en España de no pasar de cuartos, y estamos convencidos de que vamos a ganar". Así empezó Luis Aragonés su última rueda de prensa antes del decisivo choque con Italia. "Los jugadores no piensan en otra cosa que no sea la victoria", manifestó el seleccionador. El veterano entrenador reconoció que el de hoy "es el más importante del mundo porque defendemos a todo un país".
"He tenido muchos partidos importantes en todos los equipos en los que he jugado y militado, pero ahora defiendo un país y se me pone el vello de punta. Por mi país y por patriotismo, el de hoy es el partido más importante del mundo", dijo Aragonés.
"Mi estado anímico es normal, ya que tengo que ofrecer tranquilidad. Siempre he dicho que tengo la botella por la mitad, pero en mi interior estoy convencido de que vamos a ganar", declaró.
Sobre las bajas que presentará Italia, el seleccionador señaló que son importantes, pero que le preocupa el equipo al completo en general. "Italia sigue siendo un equipo muy competitivo y tiene muy buena plantilla para suplir a los que faltan", analizó.
Mientras, Roberto Donadoni, entrenador de Italia, dijo que el hecho de que "España no haya ganado mucho espoleará a sus jugadores y les servirá de acicate". "Aquí ha demostrado que no está en unos cuartos de final por casualidad", opinó.
"La diferencia entre España y Francia es que España es un equipo menos físico. España tiene jugadores muy rápidos que nos pueden crear muchos problemas", analizó.
