Cultura

Arcángel y Rocío Molina se medirán en La Yerbabuena

La Yerbabuena de las Cabezas homenajea mañana al periodista Iñaki Gabilondo concediéndole la Yerbabuena de Plata, galardón que disfrutaron en su momento escritores como Camilo José Cela o el gaditano José María Pemán.

el 16 sep 2009 / 05:09 h.

La Yerbabuena de las Cabezas homenajea mañana al periodista Iñaki Gabilondo concediéndole la Yerbabuena de Plata, galardón que disfrutaron en su momento escritores como Camilo José Cela o el gaditano José María Pemán.

Arcángel no está haciendo este verano tantos festivales como otros años, pero sigue siendo uno de los artistas flamencos más contratados. A pesar de que no le cae simpático a un sector de la flamencología, porque el de Huelva no es uno de sos cantaores chistosos que tanto juego dan en algunos programas de televisión. Arcángel es cantaor, un buen cantaor de flamenco, aunque no siempre sea reconocido como tal. ¿No será un cantante de zarzuela y no nos hemos enterado? Le está pasando como al Niño de Marchena, que se murió cantando lo jondo y todavía hay quienes dicen que no era flamenco, sino "cantante de aires andaluces".

Arcángel debería decir como Don Quijote, aquello de, "ladran, luego cabalgamos", en vez de tomarse tan a pecho lo que digan de él. O hacer como hizo uno de sus maestros, Enrique Morente, con las críticas adversas: aprovecharlas en su favor para convertirse en el número uno del cante.

La bailaora malagueña Rocío Molina será la encargada de poner la danza flamenca encima del escenario de la plaza del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, donde está la hermosa Parroquia de San Juan Bautista. No hace falta saber mucho para decir que Rocío Molina es ahora mismo la bailaora más admirada, la que las ha puesto a todas y a todos a cavilar, la que ha venido a demostrar que puede cantar aquello de Antonio Mairena, por bulerías: "Esta noche mando yo/ mañana mande quien quiera/ Esta noche voy a poner por las esquinas bandera". Es la combinación del talento, la imaginación, la creatividad, la preparación y el don del arte. Todo eso cabe en cuerpo pequeño, el de Rocío, que parece sacado de un recortable. Lo que nadie ha dicho nunca es que tiene un metro más de cuerpo hundido bajo sus pies, como aquella mítica Salud Rodríguez, la hija del Ciego, valiente como ella sola hasta el punto de vestirse de hombre para bailar en una época, el XIX, en la que el hecho de ser mujer era ya un problema.

Completa el cartel un aficionado local que hace años alcanzó bastante notoriedad en los concursos, Manuel Cordero, cantaor de largo repertorio y una pujanza flamenca extraordinaria.

Interesante cartel para homenajear a un maestro de periodistas, Iñaki Gabilondo. Todo un ejemplo de profesionalidad no exenta de compromiso social y político. A Iñaki le iría bien aquella letra de soleá que cantaba José Menese, de Paco Moreno Galván: "Soy más firme que las cuatro/ columnas de la Alamea. Los hércules y los leones/ y el hierro que las rodea".

Por último, queremos destcar el público de Las Cabezas, un pueblo flamenco y de flamencos, de artistas y de grandes aficionados como Pedro de Miguel. Son muchas las noches que hemos vivido en Las Cabezas y les podemos asegurar que escuchar flamenco en este pueblo, el de los Cuqui, es como tener un sitio la lado de San Pedro, el de la Gloria. Sólo hace falta que los cabeceños hayan entendido bien el cambio del festival y que se vuelquen.

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