El presidente del PP-A, Javier Arenas, defendió ayer el mantenimiento de las diputaciones provinciales, muy contestadas ahora por el expresidente del Gobierno Felipe González pero también reconoció la necesidad de que se aplique "un nuevo modelo en el marco de la reforma de todas las administraciones públicas".
Arenas advirtió de que sería un "profundo error" que las diputaciones provinciales funcionen como "contrapoderes de los alcaldes de las capitales", y por ello propuso "estudiar muy a fondo su nuevo papel. El presidente del PP andaluz estuvo ayer en la investidura del presidente de la diputación provincial de Málaga, el popular Elías Bendodo, donde proclamó que estos entes supramunicipales -el PP controla cinco de ocho en Andalucía- "tienen que ser un ejemplo de austeridad, de transparencia y de sometimiento al control de los funcionarios, los ciudadanos y los medios de comunicación". Arenas se quejó de las declaraciones del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, que también propuso un cambio en las diputaciones, agrupando pueblos en mancomunidades para que algunos servicios públicos no estuvieran duplicados. "Es curioso que lo pida ahora cuando el PP va a gobernar en cinco diputaciones porque durante 30 años el PSOE tuvo casi todas y nunca planteó su desaparición", dijo el líder de los populares.
Arenas aprovechó también para volver a sembrar dudas sobre el Gobierno de José Antonio Griñán, del que el PP espera una nueva crisis, con salida de algunos miembros. El presidente del PP-A instó a Griñán a reducir consejerías y altos cargos para dar ejemplo de austeridad, por eso reclamó al jefe del Ejecutivo andaluz que "siga el camino de todos los presidentes autonómicos, empezando por Patxi López, Artur Mas y los gobernantes del PP", que ya han aplicado recortes en sus respectivos gobiernos.
