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Arenas, Aznar y la mujer de las cabras

Acaba de morir -80 años y una pierna renqueante?Rahma Laachiri, la mujer que apacentaba sus cabras en el islote de El Perejil y que se vio privada de su rebaño a raíz de aquellas extravagantes hazañas bélicas que protagonizaron españoles y marroquíes, seis años atrás. A 3 kilómetros de Ceuta y...

el 15 sep 2009 / 10:56 h.

Acaba de morir -80 años y una pierna renqueante?Rahma Laachiri, la mujer que apacentaba sus cabras en el islote de El Perejil y que se vio privada de su rebaño a raíz de aquellas extravagantes hazañas bélicas que protagonizaron españoles y marroquíes, seis años atrás. A 3 kilómetros de Ceuta y a 300 metros de su aldea marroquí de Ben Yunech, Rahma, madre de diez hijos, fue la principal víctima de aquel paripé de guerra que Colin Powell, a la sazón secretario de Estado de EE.UU., resumía en sus memorias como aquella noche en que le despertaron a las tantas para hablarle de un peñasco que ni siquiera aparecía en los mapas. De sus 200 cabras, sólo sobrevivieron 90: las más murieron reventadas por un helicóptero español, otras se ahogaron al huir despavoridas y los soldados marroquíes se alimentaron con las restantes. La memoria de aquella cabrera desposeída eternamente de su principal fuente de sustento contrasta con las declaraciones formuladas por el ex presidente José María Aznar al diario "El Mundo", envuelto en una bandera rojigualda como si se la hubiera comprado de abrigo de entretiempo en las rebajas y enorgulleciéndose de la foto de las Azores que precedió a la masacre de Irak, poco después de aquellas maniobras orquestales en la oscuridad que españoles y marroquíes protagonizaron como entretenimiento durante varias semanas de aquel esperpéntico verano azul.

La reaparición pública del presidente de honor del PP ha venido a coincidir con los preparativos del congreso andaluz que dicha formación política celebrará en Córdoba a mediados de septiembre. ¿Será ese discurso el espíritu del centro al que apela eternamente Javier Arenas para atraer a un electorado autonómico, remiso por lo común a las pomporrutas imperiales? El siempre se confesó más cerca de las canciones de Carlos Cano que de la caballería rusticana, así que le convendría ir matizando a sus otros referentes si alguna vez quiere ser creíble para los votantes del sur.

Lejos de esa caricatura, el líder conservador sabe que afinando en la melodía y esperando que los socialistas desafinen puede hacerse con la mayoría simple de los sufragios. Pero para que dicha expectativa se traduzca a la realidad tozuda hará falta que ni él ni los suyos metan la pata en demasía. Hoy por hoy, ni siquiera los empresarios confían demasiado en alguien que una semana propone a la Junta que avale los créditos hipotecarios y siete días después apuesta por que se apriete el cinturón. Confianza es la palabra. Rahma Lachiri se ha muerto sin recobrarla y no parece claro que, con tales vaivenes en su discurso, la CEA crea a pies juntillas que Arenas sea la persona indicada para evitar que las cabras del futuro sobrevivan a la crisis o a su paso por San Telmo.

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